El 6 de octubre de 2010 la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid publicó una resolución convocando concurso de méritos para cubrir la plaza de profesor de Canto Gregoriano, dentro del departamento de Musicología del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. En ella se especifican los criterios de valoración de los méritos de los candidatos en orden a establecer la puntuación.
Se presentaron cinco candidatos, pero tres de ellos renunciaron antes de las pruebas finales. Los dos que llegaron a ellas fueron:
– Luis Prensa Villegas: actualmente en paro tras haber sido suprimida la Musicología en el Conservatorio Superior de Música de Aragón, en el que era profesor.
– Juan Carlos Asensio: actualmente profesor de Canto llano y otros cantos litúrgicos, Historia de la Música en la Edad Media, Introducción a la Musicología, Notación, transcripción y edición y Notación y transcripción de la música antigua en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC).
Las pruebas oral y escrita tuvieron lugar el 16 de noviembre. Formaban el tribunal las siguientes personas:
Presidente: Anselmo de la Campa, Director del Cons. Sup. de Mús. de Madrid.
Vocales: José Sierra Pérez y Emilio Rey, profesores del departamento de Musicología. Ismael Fernández de la Cuesta (propuesto por la Dirección Gral. de Educación Secundaria y Enseñanzas Profesionales), profesor jubilado. Se trata precisamente de la persona cuya jubilación ha producido la vacante que sale a concurso.
Secretaria: una funcionaria designada por la Dirección General de Recursos Humanos, sin voz ni voto.
Las calificaciones se hicieron públicas en una Resolución del 29 de noviembre (publicada el 30), acompañada por un documento con el Listado provisional de seleccionados. En él pueden verse las puntuaciones obtenidas por los candidatos en cada apartado. Se resumen así:
Luis Prensa : 9’32 (méritos) + 8’35 (prueba) = 17’67
J. C. Asensio: 6’31 (méritos) +7’65 (prueba) = 13’96
Atendiendo a los mensajes enviados por algunos de los asistentes a la prueba oral, me ha parecido oportuno abrir un hilo que permita aportar datos y expresar libremente opiniones sobre el asunto. Los primeros mensajes pueden verse al final de la página Contacto.
Información adicional sobre algunos méritos de los candidatos
Publicaciones:
La mayor parte de la bibliografía de Luis Prensa puede verse recogida en Dialnet. A ese listado hay que añadir, al menos, el libro:
Desde antes de amanecer hasta la puesta del sol. Zaragoza, Inst. Fernando el Católico, 2009.
También se reseña en Dialnet buena parte de los artículos publicados en España por Juan Carlos Asensio [en la lista aparecen también algunas obras de medicina, etc., que evidentemente nada tienen que ver con él]. Hay que añadir, al menos, los siguientes libros:
El canto gregoriano. Historia, liturgia, formas… Madrid, Alianza, 2003.
El Códice de Madrid. Biblioteca Nacional, mss. 20486. Polifonías del siglo XIII. Madrid, Fund. Caja de Madrid-Alpuerto, 1997.
El Códice de Las Huelgas [en colab. con Josemi Lorenzo Arribas]. Madrid, Fund. Caja de Madrid-Alpuerto, 2001.
Historia de la notación musical occidental. Madrid, Alianza, (próxima aparición).
En todo caso, quien esté interesado en más detalles puede consultar la bibliografía completa actualizada de J. C. Asensio.
Conciertos, CDs y DVDs:
Luis Prensa: Fundador y director de la Schola Gregoriana Domus Aurea, con la que ha grabado varios CDs y DVDs a los que hay que añadir el libro-disco Música en la catedral-museo de Jaca (2010). Ha colaborado con Parnaso Español, Les Sacqueboutiers de Toulouse y la Capilla Peñaflorida. También ha grabado discos con el Coro de la Abadía de Solesmes, Schola Gregoriana Hispana y Cuarteto Renacimiento. (Véase breve curriculum)
Juan Carlos Asensio: Director desde 1996 de Schola Antiqua (fundada en 1984 por Laurentino Sáenz de Buruaga), en cuya página pueden verse detalles de los 21 CDs publicados hasta el momento. En algunos de ellos y en concierto la schola ha colaborado con los grupos Plvs Vltra, La Grande Chapelle, La Venexiana, La Colombina, La Capilla Real de Madrid, Capilla Peñaflorida y Ministriles de Marsias.
Las Virtudes, despeñadas por la Ignorancia y los Vicios,
son rescatadas por Mercurio
9-dic-2010: Gráfico de las visitas a Conservatorio busca musicólogo hasta las 24:00 h del día 8 (Google Analytics).
15-dic-2010: Gráfico de las visitas a Conservatorio busca musicólogo hasta las 24:00 h del día 14 (Google Analytics).
16-dic-2010: Apertura de otros foros de discusión sobre el asunto y notable aumento de las visitas.
La revista Doce Notas se ha hecho eco de los contenidos de este foro, lo que ha provocado el desarrollo de un hilo de comentarios sobre este asunto.
En la página francesa Musicologie médiévale, mantenida por Dominique Gatté y en la que se dan cita especialistas de todo el mundo en músicas de la Edad Media, se ha abierto un foro de discusión. El acceso a esta página exige un pequeño trámite de identificación. De cualquier modo, Veterodoxia mantendrá informados a los visitantes sobre el desarrollo de este foro internacional.
Luis Suñén, director de la revista Scherzo, ha titulado el comentario de ayer en su blog A favor de Asensio.
Asimismo varios usuarios de Facebook y algunas páginas musicales han puesto enlaces a Veterodoxia, que están siendo utilizados por muchos internautas.
Como resultado de todo ello, se ha producido en el día de ayer un más que notable aumento de las visitas a Conservatorio busca musicólogo. Son datos numéricos nada fríos, que demuestran el enorme interés suscitado por el asunto en los medios musicales e invitan a una reflexión sobre las razones que han posibilitado semejante movilización. Este es el informe de un control externo tan objetivo como Google Analytics a las 24:00 del día 15:
17-dic-2010: Se mantiene el elevado número de visitantes, o sea, se mantiene el interés despertado por el asunto.
18-dic-2010: Informe gráfico del tráfico de visitas hasta las 24:00 del día 17 (Google Analytics).
21-12-2010: Se ha creado en Facebook un grupo llamado Queremos a Juan Carlos Asensio en el Superior de Madrid.
24-12-2010: Consideraciones sobre lo acontecido durante las tres semanas de existencia de Conservatorio busca musicólogo.
Transcurridas tres semanas desde que Veterodoxia abrió esta sección sobre las pruebas de selección de profesor de Canto Gregoriano en el RCSM de Madrid con la intención de dar una salida pública a informaciones y opiniones al respecto, se hace necesario detenerse un momento a reflexionar sobre lo que aquí se ha escrito y extraer algunas deducciones y consecuencias. Veterodoxia no pretende erigirse en juez de este asunto, pero espera que lo que ha quedado recogido en esta página sea tenido en cuenta por los poderes públicos -mal llamados habitualmente ‘autoridades’-, que son quienes tienen la obligación y la responsabilidad de investigar y juzgar los hechos.
1º No es desdeñable el simple dato numérico de las 5.000 visitas a esta página en solo tres semanas. En este momento el RCSMM y, en particular, estas pruebas de selección están en el punto de mira de muchas personas a las que el asunto no resulta indiferente. Pero no importa solo el número, sino también la calidad de esas personas. Entre los firmantes de los comentarios hay catedráticos y profesores de la universidad y el conservatorio junto a músicos profesionales y alumnos de musicología. No son esos anónimos tan frecuentes en los foros de internet, sino personas dispuestas a repetir donde haga falta el testimonio que han dejado aquí por escrito.
2º Para el RCSMM el escándalo ya se ha producido y el escaso prestigio de la institución ha sufrido un duro golpe, pero, si la resolución que los poderes académicos adoptan tras los recursos presentados no hace justicia a las capacidades y méritos de los candidatos, el escándalo puede ser mayúsculo y el daño irreparable. Una justicia ecuánime necesita su tiempo, es cierto, para informarse y sopesar factores. Pese a ello, si la decisión se dilata demasiado, aunque se produzca una apariencia de apaciguamiento de la protesta, lo único que se conseguirá será extender en el tiempo la publicidad de la mala fama, además de enconar los ánimos.
3º Los testimonios de quienes asistieron a la prueba oral -única parte pública- son unánimes y concluyentes: la diferencia entre los candidatos fue abismal y la exposición de Luis Prensa debería haber cosechado un suspenso descalificante. Si la valoración del tribunal fue exactamente la contraria, solo cabe deducir que se apoyó en la parte escrita de la prueba, que no es pública, puesto que los candidatos no leyeron sus escritos. Hay quien piensa que, a la vista de los fallos de procedimiento, los amaños y el favoritismo del tribunal, ha podido haber alguna operación posterior de camuflaje. Queremos creer que tal cosa es imposible, pero la ausencia de un administrativo durante la realización de la prueba no despeja las sospechas de tal posibilidad, sino que las alimenta.
4º Varios testimonios describen que quien aparentemente llevó la parte directiva del proceso durante la prueba pública fue el catedrático ya jubilado Sr. Fernández de la Cuesta, que formaba parte del tribunal como mero asesor, es decir, sin voto. Por otra parte, varios alumnos, profesores e, incluso, profesionales de fuera del RCSMM declaran hechos que certifican la animadversión de este señor hacia el candidato Juan Carlos Asensio desde hace bastantes años, hasta el extremo de prohib¡r a los alumnos la consulta de sus libros. Tan increíble parece semejante prohibición como el hecho de que tal cosa salga a la luz ahora, tras varios años -lustros más bien- y varias generaciones de alumnos perjudicados por ese censurador y censurable proceder. Los agravantes se acumulan, porque el Sr. Fernández de la Cuesta ha sido durante muchos de esos años Presidente de la Sociedad Española de Musicología y en la actualidad es Presidente de Honor de la misma. Su deber era favorecer a la musicología y apoyar a los musicólogos, pero su conducta ha sido la contraria. La profesión musicológica debería reflexionar sobre estos hechos y adoptar las lógicas medidas.
5º Veterodoxia abrió esta sección intentando informar objetivamente sobre los dos candidatos y sobre los hechos públicos, abriendo la puerta a cualesquiera comentarios con la única condición de que estuvieran emitidos por personas con nombre y apellido. Los anónimos y pseudónimos han sido requeridos a identificarse y los que lo han hecho han visto publicado su texto. Entre los rechazados figuran los pocos -exactamente 4- que mostraban apoyo a la decisión del tribunal y/o al candidato Luis Prensa, pero no han sido rechazados por esto, sino por negarse a cumplir esa mínima norma. Como resultado, esta página se ha convertido de facto en un foro de apoyo a Juan Carlos Asensio y de rechazo a la decisión del tribunal. Veterodoxia quiere dejar constancia de que no fue esa la primera intención y que quienes mantengan posturas discrepantes respecto a lo que hasta hoy hemos podido leer aquí siguen teniendo la página abierta de par en par a sus opiniones. Los acuerdos demasiado unánimes tienden a hacerse sospechosos y la verdad necesita someterse a las pruebas de contraste y matiz para conseguir todo su valor.
Veterodoxia agradece los comentarios enviados, tanto los que aportan informaciones y precisiones atinadas como los que expresan opiniones personales, apasionadas y, lógicamente, parciales. Algunos comentarios no han podido ser publicados por no venir con identificación suficientemente clara. Es deseo de Veterodoxia que este sea un espacio de diálogo libre entre personas con nombre, no entre anónimos o nicks. De cualquier modo, quien así lo prefiera aparecerá públicamente sólo con el nombre, sin el apellido.
Las informaciones y comentarios sobre este asunto a partir del 12-enero-2011 continúan en Consejería ignora reclamación.
Asistí a la prueba oral en que se seleccionaba al profesor de Canto Gregoriano. Una lección magistral impartida por Juan Carlos Asensio: solo consumió un par de minutos, de los diez de que disponía, para plantear su charla; exposición bien centrada en el tema planteado; incluyendo frecuentes referencias a otras manifestaciones musicales coetaneas; plagada de citas relevantes ; con utilización de los escasos recursos disponibles (la pizarra); con evidente interés hacia la audiencia y un uso ajustado del tiempo disponible, hubo de ser notificado por el tribunal cuando le quedaban cinco minutos. Luis Prensa, una vez agotados los diez minutos de planteamiento, dio comienzo a una exposición monótona, siempre permaneció sentado, solo unos pocos minutos de su intervención tuvieron algo que ver con el tema planteado y con poca enjundia y ningún dato, el resto recursos a lugares comunes ( que si el Antifonario, el Triplex, que yo he estado en Solesmes…) que nada tenían que ver con lo que se planteaba, eso sí, cuando llevaba unos treinta minutos de exposición pidió la hora al tribunal…. le informó que le quedaban diez… hubo de seguir otro ratito dando vueltas a nada.
El tribunal muy digno… pero como si oyese llover.
El tribunal ha dado por buena una prueba que a todas luces es insuficiente para una enseñanza musical superior a la vez que menosprecia los demostrados conocimientos y la capacidad de transmitirlos de Juan Carlos Asensio: Todo apunta a que no debe de ser el interés por la formación musical de los alumnos lo que mueve a los miembros del tribunal a realizar su valoración.
Comentario por Benjamín — 1 diciembre, 2010 @ 10:38
Una vez más. Deberíamos estar curados de espanto, pero descubro asombrada que la indignación vuelve a aflorar. Triste España sin ventura. Y con sotana.
Comentario por María — 1 diciembre, 2010 @ 19:10
Pues a mí me parece que si en los méritos, que tienen un baremo pretendidamente objetivo, hay una diferencia de 3 puntos, será muy raro que un tribunal sea capaz de invertir esa diferencia en la prueba oral/files/escrita. Ahora bien, si lo que dicen los testigos es medianamente (sólo medianamente) cierto, no se explica que también en esa prueba haya sido puntuado mejor el candidato Prensa. Opino que Asensio puede y debe pedir una revisión del proceso. Es posible que consiga que le suban algo la puntuación, pero casi imposible que el resultado final sea distinto. El cuento de los frailes y ex-frailes en la musicología española es de los de nunca acabar.
Comentario por Oscar — 1 diciembre, 2010 @ 22:33
Primero: Lo que más me extraña es que sólo se presentasen a la prueba de tan prestigioso puesto de trabajo dos personas, cuando debe de haber más gente con la cualificación requerida y, sobre todo, con ganas de obtenerlo. Se me ocurren pocos argumentos:
1) Los candidatos posibles no quieren irse a vivir a Madrid porque tienen una hipoteca en otro sitio y no está el horno para bollos. Quién es el guapo que pone en venta un piso tal y como están las cosas.
2) Existe algo así como un pacto tácito entre todos para evitar la competencia abierta. “Yo no me presento aquí, y tú, por contra, te abstienes de presentarte allí.” En el fondo todos “nos” conocemos y cada cual sabe de la hipoteca del otro.
Es una pena que tan poca gente haya optado por vivir de alquiler, eso aumentaría la movilidad. Si en lugar de presentarse dos, hubiese un grupo de 15, por poner un ejemplo, disputándose el puesto, el tribunal lo tendría mucho más difícil a la hora de saltarse los buenos modos y la objetividad, puesto que habría no dos grupos de “fans”, sino quince examinando con atención sus actividades. La cantidad les obligaría a ser transparentes. Puesto que la transparencia no consiste simplemente en “publicar” puntuaciones y hacer pruebas abiertas ante un público que no tiene nada que decir.
Segundo: la composición de los tribunales se asemeja mucho a otros tribunales de triste recuerdo. ¿Por qué no hay un delegado de los estudiantes dentro del tribunal? ¿Por qué no se escucha a los estudiantes? ¿Por qué se permite que el catedrático saliente pertenezca al tribunal con el consiguiente peligro de que imponga a su “exalumno” predilecto? ¿Por qué un Conservatorio superiorísimo acepta las “sugerencias” de la Dir. General de Educación para la composición del tribunal? Esto, que parece algo muy complicado, tiene una respuesta: Porque los poderes fácticos aprovechan precisamente la falta de autonomía de los Conservatorios para mantener esa parcelita de poder tan bien situada. El Conservatorio no es un ente autónomo, sino un reino de Taifas en que se mantiene el equilibrio de poderes a base de que todos cierran los ojos ante los desmanes de los otros. “Si tú no perturbas mi parcelita (en segunda línea de playa, pero menos da una piedra), yo dejo en paz la tuya” se dicen los catedráticos por los pasillos tomando café con pastas o té con limón, según gustos, y como no hay una reglamentación que lo impida, sigue todo como sigue. No vale la pena tirarse de los pelos por las anécdotas, puesto que uno se queda calvo rápidamente, más vale tomarse en serio la autonomía de los centros con representación democrática de todos los involucrados. Desgraciadamente, son precisamente los niveles altos del organigrama los que harían cualquier cosa para que las cosas se queden como están. Perdonad esta sarta de lugares comunes, pero me apetecía resumirlos.
Comentario por Cristina — 2 diciembre, 2010 @ 9:56
¿De verdad, Madrid, mereces esto? ¿Qué has hecho, una vez más, para recibir este castigo?
¿Habrá de ser siempre igual en la institución que asegura ser la primera institución formativa musical del Reino?
¿Cuándo cesará el peregrinaje de titulados en Gregoriano por el vetusto RCSMM para aprender de verdad (no aprobar) gregoriano (no la asignatura) en otros sitios y poder investigar, dedicarse a ello, sabiendo algo?
¿Es posible que la personalidad más importante que hay en este país en cuanto a gregoriano y canto llano se refiere, con mayor reconocimiento internacional, con más grabaciones y conciertos, no tenga sitio en el Conservatorio?
Sólo el libro publicado en Alianza, una vastedad de conocimientos vertidos con extraordinaria concisión y rigor, bastarían para desarmar cualquier argumento. Sin excluir, claro, que no hayan sido argumentos lo que se ha pesado realmente a la hora de la baremación. No me extraña, por otra parte, ni tampoco a tantos con quienes en conversaciones previas, pensábamos que podría pasar. Pero no nos lo queríamos creer. Era demasiado obsceno. Y, por lo visto, lo son. Que yo no lo vi, que no estuve, pero me lo han contado algunos de quienes sí estuvieron en las pruebas, escuchando a ambos candidatos.
Nada tengo contra Luis Prensa. De hecho, personalmente no le conozco. Sí conozco a Juan Carlos Asensio, cierto es. Coincido en foros internacionales, le veo requerido por varios países del mundo para enseñar, para cantar… Sé lo que de él se opina en el mundillo gregorianista: admiración absoluta, por lo que sabe, por lo que deja saber a los demás (esa generosidad), por su extremada capacidad pedagógica… y por su humildad.
¿Pueden juzgar los conocimientos de una persona quienes saben menos que ella? ¿Ytem más, permite la mediocridad luceros a su lado?
Seguiremos con visiones de campanario. Defenderemos el cortijo. Auparemos a los nuestros, dejaremos al delfín. Ay, qué país.
Y cómo admiro a instituciones (de Cataluña en este caso hablo) que saben llevarse a los mejores, para formar a los mejores. No del mañana. De hoy mismo, y a las pruebas me remito.
¿Qué hiciste Madrid, por qué te quieren tan mal?
Se impondrán, avasallarán, tergiversarán, podrán hacerlo. Pero seguiremos diciendo NO.
Ad te levavi oculos meos… y los bajé avergonzado.
Se ha cometido una injusticia.
Clamarán las piedras.
Comentario por José-Miguel — 3 diciembre, 2010 @ 17:54
No asistí a la prueba y por ello no puedo hablar sobre ella, pero, salvo que J.C. Asensio haya tenido un malísimo día – cosa que dudo – creo que la menor puntuación de Asensio no responde a criterios de justicia. He asistido a numerosas clases del Profesor Asensio y debo decir que es un Profesor con mayúsculas, de esos que marcan para bien. He disfrutado, y me siento afortunado por ello, de sus amplísimos conocimientos en el campo de la notación musical, paleografía y cantos gregorianos (en plural!). Los sabe transmitir con la seguridad y placer de quien domina un campo de conocimiento fruto de sus muchos años de experiencia. Valoro además que es uno de esos profesores que se sabe anticipar a las preguntas de los alumnos y sabe discernir con claridad la paja de lo importante, de lo decisivo. Sus clases son un auténtico despliegue de materiales donde se realiza trabajo con fuentes de primera mano, con una exposición de criterios de transcripción y análisis actual, contada en primera persona y puesta al día. En definitiva, una auténtica gozada.
Son pocos los profesores, incluyendo los del ámbito universitario, que he conocido y que aúnan, como el Profesor Asensio, un amplio dominio de la materia, claridad en la exposición y desarrollo de los temas en sus clases, preocupación generosa por el aprendizaje de los alumnos y valores humanos sólidos y bien fundados. Espero que el mundo de la Musicología reaccione y se haga justicia.
Comentario por Roberto — 3 diciembre, 2010 @ 18:43
Puesto que no estuve presente en las pruebas, me abstengo de opinar sobre lo que no conozco y por respeto al tribunal, me callo mi presunción sobre las capacidades de ambos candidatos en situación de defender sus conocimientos y competencias, extrapoladas de lo que de ellos conozco y he visto en foros académicos.
Pero sí expreso alto y claro mi asombro por la calificación otorgada a los méritos respectivos de los profesores Prensa y Asensio, pues la considero arbitraria y contra derecho. El profesor Asensio ha publicado cuatro libros y el profesor Prensa uno sólo. Del mismo modo, el profesor Asensio ha publicado muchos más artículos y en algunas revistas con mejor clasificación académica que el profesor Prensa. Por otra parte, la mayor parte de los artículos del profesor Prensa no pueden ser valorados dado que han sido publicados en una revista de cuyo consejo editorial forma parte el propio profesor Prensa, lo cual queda excluído por norma legal. Del mismo modo, podría considerarse contaminado el único libro publicado por el profesor Prensa, puesto que forma parte de la comisión científica que ha recomendado la publicacion de su propio libro a la Institución Fernando el Católico de Zaragoza.
Sin entrar a cuestionar la calidad de las publicaciones del profesor Prensa, considero evidente que no pueden ser valoradas como méritos en una oposición por causa de contaminación de intereses en la decisión de su publicación, al participar el autor en dicha decisión. Lo cual bastaría para pedir la anulabilidad de la decisión del tribunal y la repetición de la oposición.
Xoán M. Carreira
Comentario por Xoán M. Carreira — 3 diciembre, 2010 @ 23:04
No estoy al tanto de las antiguallas del canto gregoriano, ni fui testigo de la oposición. Por tanto, no puedo informar ni opinar. Sin embargo, creo que debo contar algo que puede parecer anecdótico, pero que quizá tenga algún valor significativo. El pasado día 25 me encontraba en Zaragoza asistiendo a las sesiones de un congreso sobre ópera. En uno de los descansos se me acercó un amigo que todavía anda liado con los estudios y me preguntó: “¿Conoces a Luis Prensa, que me acaban de decir que es el nuevo profesor de canto gregoriano en el conser de Madrid?”. Como ni conocía a Luis Prensa ni sabía nada de estas pruebas de selección, no le di ninguna importancia al asunto. Pero al leer ahora este post, me he dado cuenta de que las fechas chirrían no poco. ¿Cómo es que en Zaragoza se sabía el día 25 el resultado de las pruebas de selección, si hasta el 29 no se firmó el documento que se hizo público el 30? El valor significativo de la anécdota es evidente. Significa que la dosis de amiguismo del tribunal con uno de los candidatos supera los niveles legal y éticamente admisibles.
Por otra parte, estoy plenamente de acuerdo con mi tocayo Carreira: hay base más que suficiente para impugnar todo el proceso. Los responsables de la administración autonómica, que son quienes han permitido las múltiples irregularidades, deben intervenir de inmediato anulando el resultado y repitiendo la convocatoria con unos baremos válidos para los méritos y un tribunal competente e imparcial. El prestigio del veterano Conservatorio de Madrid no puede caer otro peldaño más abajo y los estudiantes tienen todo el derecho a exigir que sean los mejores profesionales quienes les enseñen.
Comentario por Juan Manuel — 4 diciembre, 2010 @ 9:20
No he podido asistir a la lección magistral del profesor Juan Carlos Asensio por estar pronunciando yo a esa hora una conferencia en la Universidad Carlos III (Dpto. de Historia del Derecho). No obstante, estoy segura de que su intervención sería brillante y de gran rigor científico, como es habitual en todas sus actuaciones. Se trata de un musicólogo que atesora grandísimos conocimientos de su materia y que viene realizando una labor impagable en la difusión y enseñanza de la música medieval y renacentista. Sus numerosas publicaciones y actuaciones así lo acreditan. Creo que el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid no debería quedar privado del magisterio de una persona tan cualificada, máxime cuando este tipo de profesionales escasea en nuestros claustros.
Elisa Ruiz. Catedrática Emérita de la Universidad Complutense.
Comentario por Elisa Ruiz García — 4 diciembre, 2010 @ 10:54
Esta mañana me he despertado intranquilo y he vuelto a abrir Veterodoxia para comprobar una cuestión que, estaba seguro, atribuía a un error mío de lectura. Por imperativo legal, los tribunales que juzguen oposiciones de acceso a puestos de función pública deben de estar formados por una cantidad impar de funcionarios de carrera con voz y voto. Y esa condición no se cumplió en este tribunal dado que la secretaria era una funcionaria con funciones administrativas, carente de voz y voto.
Cabe otra interpretación legal de la situación del Tribunal, que justificaría la inusual -por no decir irregular- presencia de un miembro que no es funcionario de carrera, el Profesor Ismael Fernández de la Cuesta, quien por disfrutar de la condición de jubilado, no puede formar parte de tribunales de oposición a funcionarios. Salvo -es la única excepción legal- en condición extraordinaria de asesor en aquellos casos en los que la Administración convocante carezca de funcionarios especialistas en la materia convocada. Tal parece ser el caso de la asignatura de Gregoriano, pues ni el Director del Conservatorio, Anselmo de la Campa -Catedrático de Piano- ni el Catedrático de Folklore, Emilio Rey, poseen ni se les conoce ningún conocimiento especializado en Gregoriano. Dicho en otra palabras, el único miembro natural -desde el punto de vista del Derecho Administrativo- del Tribunal con conocimientos especializados y cualificado para evaluar a los opositores devendría en ser el profesor José Sierra, catedrático de Paleografía Musical.
Ante esta situación, parecería razonable que la Consejería de Educación madrileña nombrase un asesor para el Tribunal. Siempre teniendo presente que los asesores tienen voz pero no voto, y que sus dictámenes han de constar en Acta.
Como funcionario con tres décadas de experiencia, me da la impresión de que todo el proceso ha sido una enorme chapuza formal, que debe ser revisada por un instructor y probablemente anulada por defectos formales. El responsable de mantener la legalidad del procedimiento es, desde luego, el Presidente y no existe excusa alguna para que no ejerza sus obligaciones. Pero también es cierto que en este caso la Administración dispuso que actuase un Secretario, quien a pesar de no tener voz ni voto en el proceso selectivo, sí tenía el deber legal de advertir al Presidente de las posibles irregularidades formales que se estuviesen cometiendo, y de hacer constar en Acta dichas advertencias, y de si estas advertencias no eran tenidas en cuenta por el Presidente.
Xoán M. Carreira
Comentario por Xoán M. Carreira — 4 diciembre, 2010 @ 13:19
Cristina insinúa que, si en vez de presentarse 2, se hubieran presentado 15, “la cantidad les obligaría [a los miembros del tribunal] a ser transparentes.” Yo opino que, en ese caso, el chanchullo, si es que lo hubo, habría podido disimularse pues Asensio habría sido tan solo uno entre 15, y no digamos entre 200 o 2000, en vez de primus inter pares, si es que lo fue. Es lo mismo que cuando el Real Madrid juega contra el Barcelona, en vez de enfrentarse a todos los miembros de la liga o a todos los demás equipos de España, aunque se incluya al Alcorcón. Entre todos, el Madrid da el pego y vive de sus méritos, como el ganador Luis Prensa, que, según los méritos, había ganado muchas veces la Champions, frente a Juan Carlos Asensio, que la ha ganado menos veces, igual que el Barcelona. Pero, si la cosa se tiene que reducir a un cara a cara, a “la manita” del otro día me remito (que no es precisamente la mano de Guido d’Arezzo).
Como además el último lúcido párrafo de Cristina invalida al penúltimo, y dada mi incompetencia sobre gregoriano y, en general, sobre música y no digamos sobre Reales Conservatorios Superiores, frente a mi sólida formación futbolera (pues ya, durante la entonces llamada Educación General Básica, en vez de darnos clase de francés, nos mandaban al patio a jugar al fútbol, salvo si nos habíamos portado mal, que, como castigo, nos daban la clase de francés), prefiero hablar del Madrid, que también es Real. Sobre todo porque a “la institución que asegura ser la primera institución formativa musical del Reino”, que dice José Miguel, le pasa como al Real Madrid. Sólo que, y a los hechos me remito, las cosas no son como el Real Madrid dice sólo porque Él lo diga. La diferencia es que, por lo que se ve, el Conservatorio pasa de fichar al unánimemente considerado, por lo que toca al tema, como el Cristiano Ronaldo del Reino, e incluso el Messi. Tampoco es que, por eso, el Conservatorio prefiera trabajar con la cantera, y al caso de Juan Carlos Asensio me vuelvo a remitir.
Puestos a apurar tan odiosas comparaciones, y tan de poca monta para asunto tan serio, el tribunal que juzgó la oposición ha demostrado su torpeza, igual que la mostró el Real Madrid el otro día cuando, frente al Ajax de Amsterdam, el entrenador mandó al portero reserva a transmitirle al portero titular que le dijera a Sergio Ramos que provocara su expulsión para cumplir el partido de castigo antes de llegar a los encuentros trascendentales de la Champions. No entro en más detalles porque el caso es más conocido que la oposición de la que aquí se habla. Pero, si en lugar de mandar con el chanchullo al portero reserva (que no tenía derecho a hacer ese viaje), se hubiese enviado al masajista o al médico, con la excusa de los problemas estomacales de Casillas, los del Real Madrid habrían quedado como Dios. De la misma forma, dados los méritos previos, el tribunal podría haber calificado con un 10 a Juan Carlos Asensio, reconociendo así lo que es de dominio público y debió quedar patente el día de autos, e incluso así, Luis Prensa habría ganado la oposición. Y todos contentos. Hasta Asensio, supongo.
Lo que pasa es que eso tampoco lo podía ni quería hacer el tribunal. El tribunal ha demostrado, sin entrar a valorar su competencia sobre gregoriano, fútbol o Reales Conservatorios Superiores, porque para eso no soy competente, que, por lo que respecta a la ley de Murphy o a la ley de la selva, nadie podrá poner en duda su autoridad suprema. Porque la excelencia saca a relucir la mediocridad. En versión ley de Murphy, el principio anterior puede enunciarse así: Cuando a Messi y a otros excelentes la tostada siempre se le cae sin que la mermelada ensucie el suelo, sacan a relucir de manera insultante que, si a nosotros sí se nos viene a caer de esa asquerosa forma, no es por culpa de la ley de Murphy. El 10 a Asensio llevaría a preguntarnos por qué Prensa ha de ser precisamente un 8,35 y no menos o más, mientras que, con la calificación que se otorgó a Asensio, se podrá discutir la propia calificación de Juan Carlos Asensio, pero sería un poco meterse en camisas de once varas valorar también la de Prensa (y no digamos la de 15, 200 o 2000 que se hubiesen presentado). De la misma manera que, si el Barcelona se muestra excelente ante el Real Madrid, y le gana por cinco a cero (la manita), entonces es cuando queda retratada la mediocridad del Real Madrid. Pues si le hubiese ganado con estilo y resultado menos excelso, no tendría sentido comparar al equipo real con el conservatorio real. Y se diría que son cosas que pasan en la vida: un mal lo día lo puede tener cualquiera, el Madrid, el Barcelona, Prensa o Asensio. Con la calificación otorgada a Asensio, el tribunal ha querido protegerse sobre su calificación a Luis Prensa. Asensio paga el pato de la mala conciencia del tribunal. Y esto no es valorar al tribunal, ni a Luis Prensa, a quien felicito desde aquí, sino sólo aplicar la ley de Murphy o ley de la selva. Y es que, como me dijo un sabio y querido amigo, ante mi reticencia a invertir más en imprimir un florido programa que en ensayarlo, “la música pasa, los programas quedan.” Las oposiciones pasan, las calificaciones quedan.
Comentario por paco — 5 diciembre, 2010 @ 5:35
Lamentablemente no pude asistir a la lección del Profesor Juan Carlos Asensio, a quien respeto y admiro, no sólo por su conocimiento, indiscutible, sino por su excepcional capacidad para transmitirlo. Después de asistir a numerosas de sus intervenciones académicas en centros de reconocido prestigio, así como de tener el placer de escuchar a Schola Antiqua en múltiples conciertos, no me cabe la menor duda de la calidad de su ejercicio, y de su perfecta adecuación a la plaza por la que concursaba. Me sumo al sentir generalizado de musicólogos y medievalistas que exponen en este foro su desencanto con el sistema y su pesar porque una institución como el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, especialmente sus alumnos, se vea privada del magisterio de una persona tan altamente cualificada y brillante como el Profesor Asensio.
Laura Fernández. Profesora del Dpto. de Historia del Arte Medieval, Universidad Complutense de Madrid.
Comentario por Laura Fernández — 5 diciembre, 2010 @ 10:36
Desgraciadamente, en todos los sitios cuecen habas…
Y bien lo sabemos todos. Es muy triste saber por qué no se presenta gente a las pruebas, ya que yo conocía a alguno de los canditatos que se presentaron a la prueba pero declinaron asistir finalmente: saber que las plazas están repartidas “a dedo” de forma previa al examen o bien los competidores son de un nivel tan alto que creen que no se puede “competir” con ellos. Respecto a la segunda opción, el comentario de una de estas personas fue “Se la van a dar a Asensio, es el que más sabe”. Y, por lo que conozco a Juan Carlos, posiblemente sea verdad. Recuerdo sus clases como tiempos que se pasaban increiblemente rápido por lo interesantes que eran. Siempre sabían a poco…
Es una lástima que Juan Carlos no haya obtenido la plaza pero, por desgracia, esto no solo pasa en el Conservatorio de Madrid. Otros conservatorios, que recientemente también han convocado plazas de profesor, han hecho lo mismo: han dado la plaza de antemano, la plazas ya tenían nombre antes del examen y, que casualidad, las personas que han obtenido las plazas era amigas de algunos de los miembros del tribunal… Esto, cuanto menos, es bastante sospechoso… Y vale, en este mundo, mal que bien nos conocemos todos…
Cuando quieres presentarte a una plaza de Conservatorio Superior, antes has tenido que hacer muchos “amigos” (hay que tener amigos hasta en el infierno…). Si no, no entrarás nunca. Y, lo peor de todo, es que por estos juegos de poder, los que más pierden son, como en todas las ocasiones, los alumnos. Juan Carlos Asensio es uno de los mejores profesores que he tenido nunca y bien siento que no pueda estar en Madrid.
En todos los sitios cuecen habas…
Comentario por David — 6 diciembre, 2010 @ 14:35
Me da pena que a estas alturas de la historia de la musicología aún reine la envidia en lugar del rigor cientifico. No alcanzo a entender cómo puede descartarse a un candidato a un puesto de trabajo por ser demasiado bueno y muy competente. El profesor Asensio es sin duda uno de los musicólogos más cualificados de nuestro país, requerido en medio mundo, un hombre que domina varios idiomas y que en su campo es una eminencia, como bien avalan sus publicaciones, sus libros y su inestimable labor al frente de la Schola. Pero en Madrid no quieres a un buen trabajador, competente y con sobrada experiencia, porque les dejaría en ridículo. No me voy a meter en temas de legalidad respecto a la prueba, porque todo el mundo sabe que en los conservatorios no existe ninguna ley ni ninguna norma que no pueda ser ignorada o abolida por los intereses de quienes mandan. Pero me parece una verguenza.
En fín, solo espero que algún día esto cambie, y que aunque no sirva para nada (administrativamente hablando) estos textos que expresan nuestras opiniones lleguen de alguna forma a oidos de aquellos, y resuenen en su conciencia.
Ánimo Juan Carlos.
Comentario por Pedro — 6 diciembre, 2010 @ 15:20
Cuando he leído el primero de los comentarios referente a la prueba oral realizada en el RCSMM para cubrir la plaza de profesor de Canto Gregoriano, he decidido sacar mi aguja e hilvanar este relato con otro que aconteció en el año de dos mil y ocho en el citado RCSMM. Entonces la presentación oral versaba sobre el proyecto de dirección del tantas veces mencionado RCSMM. Tres candidatos expusieron sus ideas ante un tribunal formado por representantes de los profesores, alumnos, administración y sindicatos: el actual director Anselmo de la Campa, Manuel Seco, profesor de composición y otro candidato del que apenas comenzar su exposición se me olvidó el nombre y ni siquiera hoy estoy seguro de su participación en aquella prueba (la mente juega a veces malas pasadas…..), creo que ejercía como profesor de contrabajo. La exposición del actual director resultó, a mi entender, tediosa, con una absoluta falta de criterio y una presentación en la que el powerpoint era la principal estrella (me pareció en aquel momento que el señor en cuestión debería pensar que los miembros del tribunal y los asistentes a aquella exposición no sabíamos leer pues repetía una y otra vez aquello que el proyector reflejaba en la pantalla). ¡¡¡¡ Acabó pidiendo la hora…!!!!! y más de uno durmiendo en su asiento.
La exposición de Manuel Seco me pareció llena de contenido, proyectos ilusionantes y propuestas arriesgadas de las que traen buenas nuevas a la educación musical de este país, tan falto de ellas. Yo mismo, antiguo alumno del RCSMM, pensé: “más vale tarde que nunca, aunque hayamos perdido un tiempo precioso, siempre es bueno encontrar la senda correcta”. No hace falta que diga quien fue el “Apolo” vencedor de este certamen y quién el “Marsias” desollado sin piedad. ¡A Midas le pusieron orejas de burro!.
Compruebo con tristeza que seguimos desollando a aquellos que pueden hacer sombra a nuestra insignificante parcela de conocimiento que tantas veces confundimos con “EL PODER”, y es que como bien dice mi compañero y amigo Paco Rubio “la mediocridad es enemiga de la excelencia”.
Comentario por Fernando Sánchez — 6 diciembre, 2010 @ 18:55
La calidad profesional de J.C. Asensio es tal, que sin haber estado presente en las pruebas de selección en la que optaba a la plaza de Profesor de Canto Gregoriano del RCSM de Madrid el pasado 16 de noviembre, nunca albergaría duda alguna sobre la que seguro fue una magnífica y brillante exposición. Y más que exposición, seguro que se trató de una clase magistral, dado que el profesor Asensio no solo domina absolutamente la materia, sino los tempos y la magnífica transmisión de conocimientos, teniendo en su mente la claridad requerida para que cada referencia, cada cita y cada dato, ocupase el preciso y exacto lugar dentro de su discurso.
Y estoy segura de que, si en el contenido de la prueba hubiese habido un apartado para preguntas, J.C. Asensio hubiese respondido a todas y cada una de ellas con exactitud, precisión, claridad y rigor, incluidas las preguntas rebuscadas de los miembros del tribunal. Y es que este es el magnífico saber hacer del profesor Asensio y a lo que nos tiene desde siempre acostumbrados, por lo que ni siquiera proponiéndoselo, sería capaz de dar una mala clase.
Su prestigio profesional, en el amplio sentido de la palabra (investigador, transcriptor, reconstructor de repertorio) y su prestigio docente son de tal categoría, que me siento una privilegiada por haber sido espectadora en multitud de sus intervenciones. Todas estas condiciones le convierten en uno de los musicólogos más reputados no solo en España, si no de cualquier parte del mundo donde continuamente solicitan su presencia.
Lamentablemente, los futuros estudiantes del RCSMM no podrán contar entre sus profesores con uno de los mejores especialistas (su curriculum así lo acredita), dado que se les ha privado de una oportunidad por motivos que, aún desconociendo, no dejan de resultarme sorprendentes.
¡¡¡ PAÍSSSS !!!! (que diría Forges).
Pilar G. del Río
Comentario por Pilar G. del Río — 6 diciembre, 2010 @ 22:52
Como lo que sigue es fuerte y, por tanto, arriesgado, para protegerme, escribiré un comentario muy largo. Así nadie lo leerá.
Acostumbra decir precisamente uno de los miembros del tribunal de referencia que, como los músicos no leen letras y los musicólogos no cantan solfa, que todo eso lo sabe él de muy buena tinta, se podrá reconocer, digo yo, que los músicos prácticos saben decir sol fa (aunque ayudados por las transcripciones de los musicólogos) pero, si de letras se trata, dice él, hace falta la mediación de estos para enseñarles a los primeros, y curiosamente, también a los segundos, que donde dice digo, dice digo. A lo peor, por eso no encajaba el perfil de Juan Carlos Asensio para el puesto, ya que Asensio sí resulta tan autorizadísimo letrado como sutil cantor y sabe hasta latín. Es de comprender que tan monstruosa especie pueda causar espanto. Pero no pretendo atizar más la polémica con esta mi segunda intervención, sino aclarar la primera, pues, de la misma forma, quien entiende de “la manita” (que le hizo el Barcelona al Real Madrid, tan aludida en mi pasado comentario), puede que no sepa de la mano guidoniana (asimismo citada) y viceversa, por lo cual me han dicho algunos que no lo entienden.
Pues está bastante claro (al menos para mi, que no lo he leído): los dos opositores resultan respetables pero el tribunal debió juzgar el otro día con los criterios de la manita más bien que con los de la mano de Guido d’Arezzo y no se ha podido tapar, a fuerza de tan escandalosamente evidente, que uno de los opositores era aficionado al mismo equipo … de fútbol que los miembros del tribunal.
Lo de la manita, que usé para protegerme, para crear un discurso envolvente, me hace maldita la gracia. No el fútbol. Lo insoportable es el discurso institucional en torno al fútbol, la mala literatura de los periodistas deportivos. Mala, en el sentido quijotesco del término: las crónicas deportivas son tan perjudiciales como las novelas de caballerías. Como estas, nos apalancan en la Edad Media. El gesto de la manita de los aficionados del Barcelona a los del Real Madrid, amplificado por la literatura mediática, es como el cuento del sabio griego y el ribaldo romano, que inicia el Libro de Buen Amor, y su disputa por señas, por señales de letrado. Y, como no asistí a la oposición pero conozco la obra de los opositores e incluso la de los miembros del tribunal (de la que se deduce tanto su sabiduría como la justa apreciación del saber ajeno), no me creo el relato que nos hace Benjamín en este foro, sino que lo que debió ocurrir es que Asensio y Prensa disputaron por señas, por señales de letrado que, interpretadas por el tribunal, llevaron a recto e irreprochable dictamen.
Fernando Sánchez, en el foro, se ha referido a otra oposición, acontecida en el mismo lugar. Con su eterna elegancia, no ha querido aumentar el catálogo, citando otra más del Real Conservatorio de Madrid que le tocaba de cerca, en la que otro jubilado vino también al tribunal para designar a su heredero. Gajes de la Monarquía, se dirá. Pero, como no creo que tengamos que pedirle cuentas de estos apaños a Su Majestad, no sé para qué queremos la República. En las oposiciones andaluzas del pasado verano, parece que se dio a los miembros del tribunal de trombón esta consigna: Valencianos no, andaluces sí. ¡Por fin hay alguien que se atreve a poner a la mafia valenciana en su sitio! Eso es tocar el trombón con salero, nacer donde se debe. Así las cosas, quizás el Gobierno debería declarar el estado de alarma, cuando haya oposiciones, como con lo de los controladores, para someter al tribunal a las órdenes de un coronel. Y tampoco serviría: en oposiciones a cierta banda militar se fue la luz y quedaron a oscuras en la prueba de lectura a primera vista y no por eso el opositor dejó de seguir tocando la partitura. Para aumentar el nivel cultural de la tropa, se ponían además a prueba los conocimientos históricos de los opositores (¡para que luego se diga que los músicos no leen!). Tema designado: la unificación política de Italia y Alemania en el s. XIX. Sin embargo, a la hora de la verdad, les preguntaron la lista de los reyes godos. Alguien se atrevió a protestar. Le indicaron que lo de Italia y Alemania era solo un temario “orientativo”. Y como mal de muchos, consuelo de españoles, es de saber que no sólo en la música pasan estas cosas. Oposiciones al cuerpo de funcionarios de enseñanza secundaria, profesores de francés, tribunal todo formado por mujeres, de estas que ahora predican la ideología de género con tanto éxito y poder. Se presenta un chico y dice muy bien su tema, y de añadidura bien vestido, alto y muy guapo (según una de las “miembras” del tribunal). Dictamen: “A este no lo queremos ni para la cama. ¿Qué se habrá creído? ¡Que se vaya a la Universidad!”. A veces no hacen falta oposiciones, ya que todos nos conocemos. O sí. Las oposiciones son a veces muy necesarias para que La Mediocridad ponga a cada cuál en su sitio y este país pueda seguir funcionando.
Lo ocurrido en la oposición que en este foro se comenta debería suscitar una reacción colectiva. ¡YA ESTÁ BIEN! Pero va a ser difícil que se produzca, por la misma fuerza de las cosas. O mejor dicho, por la misma inercia, que debe ser también una fuerza, y de las más poderosas (de física sé aún menos que de música). Lo revolucionario, digno de atención y de reacción habría sido que Juan Carlos Asensio hubiese ganado la plaza, no lo que ha ocurrido, que es algo que hasta el mismo Asensio se debía esperar. Reaccionamos si vemos un burro volando o un elefante paseando por la vía pública, no ante lo consuetudinario. Como dice Tzvetan Todorov, los que viven a la orilla de la mar, no perciben el ruido de las olas. Los que convivimos con la mediocridad, tampoco la olemos. Pero mi amigo Fernando Sánchez me refuta y dice que ya tampoco reaccionamos, ni aunque veamos un burro volando. No le falta razón. A fuerza de burros volando virtuales, endriagos y sabios encantadores y demás desgracias y / o maravillas en el retablo de los telediarios a la hora de la sopa boba, nos hemos insensibilizado ante las barbaridades mediáticas. Esa fuerza tienen las novelas de caballerías. Por todo lo cual, entre las mayores ventajas de la mediocridad, destaca su impunidad. Eso lo sabemos de sobra todos los mediocres. Uno llega a un puesto con todas las ganas y la ilusión del mundo pero al cabo de un tiempo percibe que más vale, para su nómina, no destacar demasiado. Nada como la mediocridad para irse de rositas. Áurea mediócritas, y aunque no sea áurea sino de latón, como el baciyelmo: No hay que ser rematadamente tonto, como no lo es en absoluto Luis Prensa, sino alguien dedicado con dignidad a su oficio, que ama. Y además, a veces uno piensa que si no hubiese ganado Prensa, habría sido otro, no el otro. Porque tampoco hay que ser demasiado listo, señor Juan Carlos Asensio, que le sirva a usted de lección. La excelencia no es gratis.
Finalmente, y para acabar de indisponerme con todo el mundo, animo a Pepe Rey a mantener encendida esta página porque no va a servir para nada, ya que no es de esperar que los partidarios de Prensa se dejen caer por aquí. Han ganado, para qué entrar al trapo. Más les vale dejar a este foro patalear a sus anchas, que para eso sirven los foros digitales, para que los perdedores se puedan desahogar de manera intrascendente, lo que ayuda a mantener el orden establecido. ¿Para qué van a aparecer por aquí? ¿Para que les metan cuatro goles, igual que a España en los partidos amistosos posteriores al Mundial? Cuando había que ganar era a la hora del Mundial. Pierden 4 a 0 tras ganarlo. Benditos sean. Dirán los partidarios de Luis Prensa que el Mundial se jugaba el otro día, a la hora de la oposición, y que no está el horno para partidos amistosos.
Comentario por paco — 7 diciembre, 2010 @ 11:06
Un dato que se desconoce; aunque la plaza que se convocaba era de gregoriano,pero la persona seleccionada tiene que impartir:
Canto gregoriano
Latín
Historia de la música
Fuentes y documentación/métodos de investigación
Comentario por Juan — 8 diciembre, 2010 @ 10:39
Querido Pepe.
Conozco al Prof. Juan Carlos Asensio desde hace muchos años, le admiro como persona y como músico, conozco sus valores y la estela que va dejando de profesionalidad. No me extraña lo que ha sucedido; cuando el ser humano se pone a juzgar a otro es para echarse a temblar, pues la justicia humana está llena de miserias. ¿Tú conoces la divina? Si estos comentarios le llegaran a Juan Carlos, no me cansaría de animarle y desearle, porque fuera de lo oficial siempre será reconocido. ¡Pobre tribunal, pobres alumnos, pobre Conservatorio! Cuando veo una cosa así me acuerdo de lo que sucedió en Marbella, el Palau etc. A todo nos acostumbramos, menos a la injusticia, a la falta de personalidad, pero en este caso a la pérdida de rigor. Un fuerte abrazo con mis mejores deseos. Fernando.
Comentario por Fernando — 8 diciembre, 2010 @ 14:15
Queridísimo Juan Carlos,
!Bienvenido al Club de Excelentes Damnificados! Es todo un Honor tenerte entre nosotros y nosotras.
Comentario por marisa — 8 diciembre, 2010 @ 19:50
El flagrante atropello que ha dejado en la cuneta a un hombre digno (hombre, músico y musicólogo ejemplar) debería animarnos a quienes lo apreciamos en todo lo que vale a pensar en ofrecerle un acto de desagravio, al margen de que prosperen (será difícil) posibles recursos contra la resolución. La talla de Juan Carlos Asensio y la injusticia de la que ha sido objeto lo merecen.
Guillermo Fernández
Comentario por Guillermo — 8 diciembre, 2010 @ 19:59
Conozco a Juan Carlos Asensio desde hace mucho, me considero amigo que no es poco, sé lo profesional que es en lo docente y musical y siento que Madrid, su Conservatorio Superior, pueda perder tan gran MAESTRO, me han encantado los correos de apoyo, me siento identificado con todas las opiniones en especial la nº14, gracias Pedro, me has quitado las palabras de la boca, envidia, dejar en ridículo,… no quieren a una persona que “cante”en su Departamento de Musicología y pueda perturbar “su paz” y su “poltrona”, tranquilo Juan Carlos que sabes más que “ellos” y no te llegan ni a la altura de tus zapatos, siempre has sido para mí un ejemplo en tu forma de ser y te agradezco que hayas compartido tu saber y tu amistad con los que hemos tenido la suerte de conocerte aquí en Salamanca y más allá
ojalá la vida nos ponga a todos en su sitio
Comentario por vicente — 9 diciembre, 2010 @ 11:19
Por lo visto con el millar largo de visitas a esta página, puede decirse que este caso ya es conocido por todo el mundillo musicológico e incluso musical. Una prueba soy yo mismo, que vivo lejos de España. Por ello es de suponer que quien más quien menos tiene ya una opinión formada, basada por una parte en las informaciones sobre el evento facilitadas por los testigos y por otra en el conocimiento de las personas que intervienen en el mismo, porque somos cuatro gatos y el territorio en que nos movemos es bastante reducido. En consecuencia, me sorprende no haber visto reflejadas todavía aquí ni en ninguna otra parte las posturas u opiniones de los tres colectivos más directamente implicados en este asunto:
– Los profesores del Departamento de Musicología del RCSM de Madrid ( http://www.educa.madrid.org/web/csm.realconservatorio.madrid/dptomusicologia.html ), dejados aparte, naturalmente, los que formaron parte del malhadado tribunal, que ya dieron su opinión por escrito con firma y sello.
– Los profesores del resto de departamentos del mismo RCSM.
– Los alumnos de Musicología y del resto de especialidades del mencionado centro.
¿Podría informar alguien que lo sepa sobre si existe en el RCSM algún movimiento por parte de alguno de estos colectivos? Mi interés no es simple curiosidad. Es que, si todos los mencionados se han quedado quietecitos (el término castellano preciso es “acochinaos”) ante tamaña arbitrariedad, pensando que se trata de un problema personal y particular que no va con ellos, apaga y vámonos, porque la cosa es grave.
Estoy seguro de que algunos profesores y alumnos se han dirigido a cada uno de los candidatos para expresarle lamentaciones o felicitaciones a título personal. No se trata de eso. En un asunto que ya ha traspasado los muros del RCSM y que está provocando un mayor desprestigio de la institución (bastante desprestigiada ya), alguien desde dentro de la casa debería pedir alguna explicación y exigir responsabilidades, por lo menos, al que según todos los datos figura como principal muñidor de la chapuza burocrática: El Ilmo. Sr. Director del RCSM y Presidente del tribunal en cuestión. (Véase su pintoresco ideario y su profética frase: “…nos aguardarán errores que nos depararán quebranto”. http://www.educa.madrid.org/files/web/csm.realconservatorio.madrid/ )
En fin, sólo pido que, si alguien tiene alguna información al respecto, lo cuente aquí. Y sólo deseo que alguien me diga que aún podemos abrigar alguna esperanza de solución para aquella casa, a la que muchos nos sentimos ligados porque en ella aprendimos gran parte de lo que sabemos.
Comentario por José María — 9 diciembre, 2010 @ 12:36
No he asistido a las pruebas por lo que no puedo opinar sobre la actuación de los dos candidatos.
Sin embargo, si he asistido a otras en las que se dejaron desiertas plazas para que la persona mejor cualificada no pudiera impugnarlas. En este caso, Juan Carlos Asensio puede hacerlo porque la plaza se ha dado.
Es una pena que a estas alturas sigan pasando estas cosas. He tenido el placer de asistir a las clases de Juan Carlos en Salamanca y para mí está más que comprobada su valía. Además de su conocimiento es un gran comunicador lo que es tanto o más importante. De poco sirve saber mucho si tus clases son un ladrillo insufrible.
Supongo que el dar clase en la ESMUC no habrá tenido nada que ver con los resultados. Ya se sabe que esto está en Cataluña y determinados especímenes públicos insisten en desarrollar el anticatalanismo en el resto de España. Afortunadamente los que somos inteligentes no les hacemos caso pero nunca se sabe lo que pueden pensar otros.
Ánimo, Juan Carlos. Tú les das cien vueltas a todos ellos.
Comentario por Ana — 9 diciembre, 2010 @ 17:18
He sido alumno por tres veces del Maestro (con mayúscula) Asensio en la ESMuC. No se preocupen, nos lo quedamos encantados. Encantadísimos.
Maestro insuperable, persona aún más insuperable. Adelante pues.
Comentario por Daniel — 9 diciembre, 2010 @ 20:36
Acabo de enterarme de esta noticia y lo siento muchísimo por el Profesor Asensio, he sido alumna suya durante tres años en el Conservatorio Superior de Salamanca y con mucho era el más destacado de todos los profesores que nos impartieron clase, además de una persona extraordinaria muy cercana a sus alumnos y siempre pendiente de todas las circunstancias que les rodeaban, no solo las académicas. En su faceta como docente transmitía los conocimientos de una forma tan amena que hacía interesante todo lo que tocaba. Me sorprendió especialmente su gran conocimiento no solo del repertorio gregoriano, sino de otras facetas de la música y del conocimiento. Para mí un auténtico humanista en el sentido más amplio de la palabra.
De las pruebas, qué decir, la mayor parte de las oposiciones están amañadas. Yo me he presentado varias veces a oposiciones de conservatorio y FP y en algunas ocasiones, el primer día de la oposición ya se sabe quién va a ser el elegido, o ver comer con los miembros del tribunal a una persona que se presenta a la oposición y vinculada con la administración educativa y ser esa persona quien obtiene la plaza. Es vergonzoso, los criterios de igualdad, mérito y capacidad no existen en absoluto.
Y en las universidades aún es peor, cubren las plazas diseñándolas con el perfil específico para el candidato de turno, es decir, el “de la casa” y dejan fuera a gente con mejores expedientes.
Por último decir que los méritos no lo son todo, los diplomas no demuestran los conocimientos, sino los hechos.
Enhorabuena a todos los estudiantes de la ESMUC pues no habéis perdido a tan gran docente y mejor persona. A los de Madrid, ellos se lo pierden.
Ánimo Juan Carlos.
Comentario por Aurora — 9 diciembre, 2010 @ 22:15
Querido Pepe, como casi siempre, tus sutilezas me abruman, las ilustraciones que acompañan este artículo tienen mas enjundia que los caldos (ahora “fumés) del Bulli. También tu sabiduría ha sido menospreciada y denostada por muchos. Como se cita en algún comentario “ojalá la vida nos ponga a todos en su sitio”, aunque yo estoy seguro de que “la vida pone a cada uno en su lugar” y, si no, será la muerte, esa si pone a cada uno en su sitio, pero enseñanzas de Epicteto aparte, como no pongamos nuestras energías en luchar contra las injusticias, nos devorarán como Saturno devoró a sus hijos. El número de visitas a este artículo es significativo; también el silencio de los “lobos” que se disfrazan de corderos.
Felicidades Pepe por ser altavoz de las injusticias como la que, también es mi opinión, se ha cometido con Juan Carlos Asensio.
Comentario por Fernando — 10 diciembre, 2010 @ 9:32
Ana, quédate tranquila: que Juan Carlos Asensio dé clase en la ESMUC, no ha tenido nada que ver.
Ningún anticatalanismo ha animado a los miembros del tribunal.
Pondría la mano en el fuego para asegurarlo. Creo, además, que esa insinuación que realizas desvirtúa el debate. Ninguno de los tópicos políticos al uso cuentan. Ni el que citas. Ni, evidentemente tampoco, puestos a enumerarlos, el de la discriminación de la mujer … Si Asensio fuese una mujer, tampoco habría ganado, y tampoco se podría decir que el resultado se explicaba por prejuicios de sexo. Si Asensio hubiese sido discapacitado físico, como el famoso violinista Itzhak Perlman, tampoco habría ganado y, sin embargo, puede asegurarse que los miembros del tribunal no marginan a los discapacitados, etc.
No, la cosa no tiene que ver con ninguna de las lacras que esta perpetua Transición combate con tanto acierto, sino que habría de explicarse remontándonos al Movimiento que la Transición, no menos dinámica, perdura. Qué lástima que Wikileaks se dedique a destapar el telón que anima a los actores más poderosos, antes de que este se abra para la representación de cara a la galería. Si esa misma gestión se aplicara a los asuntos más comunes y consuetudinarios, quizás, sólo quizás podríamos ver que en las representaciones de menos influencia global, también puede que haya ensayos antes de que se abra el telón. “Bienaventurado el que tiene acceso directo al juez, porque sólo él verá su pleito benévolamente tramitado y puntualmente concluido”, escribe Alejandro Nieto, en El Desgobierno Judicial (edit. Trotta, 2004), libro, en mi opinión, que sólo tiene parangón en el Boletín Oficial del Estado para explicarnos lo que pasa. No podemos saber, desde fuera, ni es asunto nuestro, qué tipo de contactos previos han tenido los opositores con el tribunal, si es que los han tenido. No menosprecio, en absoluto, a Luis Prensa, todo lo contrario, le he expresado mi felicitación en este foro y le deseo lo mejor, por el bien del Conservatorio y por el suyo propio, como merece. Sólo que le ha tocado lidiar contra un monstruo de talento y capacidad descomunal, como es Asensio, un superdotado para lo que se requería en el puesto que salía a oposición, un maestro indiscutible y unánimemente reconocido por todos, y no sólo en España, … salvo por el tribunal. Así es que, considerando que Asensio no es catalán, mujer ni discapacitado, conocidas las obras de todos los actores de esta representación, incluidas las de los miembros del tribunal, todas ellas dignas, o bien los candidatos, o alguno de los candidatos, establecieron contactos previos con el tribunal, afortunados o desafortunados, o bien Asensio gozaba de la antipatía previa del tribunal, o de alguno de los miembros del tribunal, o no entiendo nada, y, si a alguien se le antoja otra explicación, que la diga.
Todo esto que acabo de expresar resulta, claro, muy fuerte. Pero para eso está a veces el debate políticamente correcto sobre el anticatalanismo o la mujer o lo que sea, para ocultar acaso que nuestras miserias son quizás más rastreras, conocidas e innombrables.
(Me uno, por fin, dejándome de las ironías de mi anterior comentario, por desgracia confirmadas -los partidarios de Prensa siguen sin dar la cara por aquí-, a las felicitaciones a Pepe Rey expresadas por Fernando hace unas horas, y a sus razones para esa felicitación. Pepe Rey es garantía de honestidad y de muchas cosas más, todas ellas dignas, y tantas admirables y dignas de reconocimiento.)
Comentario por paco — 10 diciembre, 2010 @ 11:35
Poco tengo que decir puesto que no conozco ni la situación ni a Luis Prensa. No he podido evitar escribir simplemente para sumarme a la gente que, como yo, han tenido la suerte de tener a Juan Carlos como maestro. Si realmente ha habido una injusticia en estas pruebas, lo lamento muchísimo por Juan Carlos y más por los alumnos que no podrán disfrutar de él. Si no ha habido una injusticia: o bien hay que revisar el funcionamiento de este tipo de pruebas o bien yo me alegro un montón, porque significaría que hay alguien como mínimo tan competente en su campo como Juan Carlos y eso, sería una excelente noticia!
Como he dicho no puedo valorar el hecho en sí, pero sí puedo reiterar que Juan Carlos ha sido uno de los mejores si no el mejor profesor que he tenido en la ESMuC. Y me gustaría también insistir en algo que ya se dijo, su increíble generosidad. No puedo contar con las manos las veces que me ha ayudado de forma desinteresada, con rapidez, rigor e interés máximos. Gracias por todo Juan Carlos, te deseo lo mejor de lo mejor, ya lo sabes.
Comentario por Lluís — 10 diciembre, 2010 @ 15:53
No he tenido el privilegio de dar clases con Juan Carlos Asensio pero reconozco, por sus trabajos, su valía y competencia y le felicito por su dedicación y trayectoria. Sin embargo, sí que he dado clases de gregoriano con Luis Prensa, situación que en principio era especialmente gozosa para mí ya que, en calidad de escolano, había cantado gregoriano ininterrumpidamente desde mi infancia e incluso ya dirigía una schola gregoriana con otros cantores y gregorianistas entusiastas. He de decir que, siendo él profesor y reconociendo el puesto preeminente que ocupaba, le invité a dirigir en concierto público a mi propio conjunto vocal. Posteriormente, Luis Prensa formó su propia schola gregoriana y recuerdo también, aunque imagino que él lo habrá olvidado, que intenté organizar un pequeño ciclo de conciertos de canto gregoriano en el que le propuse que participaramos sendas scholas, haciendo extensiva esta invitación a Schola Antiqua que ya dirigía Juan Carlos Asensio. No hubo respuesta clara a la invitación hecha a Luis Prensa, pero a los meses él mismo organizó unas Jornadas de Gregoriano que actualmente cuentan su XV edición; en este largo periodo de tiempo nunca he sido invitado a realizar concierto alguno y, que yo recuerde, tampoco el conjunto de Juan Carlos Asensio. Me atrevería a decir que al candidato Prensa nunca le ha gustado la competencia y siempre ha sabido rodearse de aquellos que le han allanado el camino. Esta pequeña piedra en el de Asensio le hará, sin duda, aún más querido y reconocido. Este triste episodio me sirve de feliz catarsis porque me ha recordado los amargos días que pasé cuando el profesor Prensa, a sabiendas de mi trayectoria como gregorianista, me dio la calificación de notable mientras concedía varios sobresalientes a compañeros que no conocían ni las partes de la misa. Hoy me siento muy cerca de Juan Carlos, es un honor para mí… Ánimo y no te preocupes ya sabes que “a fructibus eorum cognoscetis eos”.
Comentario por Javier — 11 diciembre, 2010 @ 23:57
No sé qué mas se puede añadir aqui del magnífico musicólogo, medievalista, gregorianista y, sobre todo, amigo que es para casi todos nosotros Juan Carlos Asensio. Yo tengo el honor de conocerle desde nuestros primeros tiempos de estudiantes en el Conservatorio y ya entonces “apuntaba maneras”. Siempre me conmovió su capacidad de trabajo y de sacrificio que ha demostrado hasta el día de hoy. Lo sucedido con la plaza del Conservatorio ha sido, a todas luces, un “escandalazo” y un “pucherazo”, como bien sabemos todos y la mayor desgracia es que este tipo de situaciones sigan perpetuándose. En fin, sólo nos queda protestar enérgicamente por esta vía y decirle a nuestro querido amigo que no está solo y que somos muchos los que le apoyamos y estamos con él. Mucho ánimo Juan Carlos, tú vales infinitamente más que todos los “sabios musicólogos” que inundan el rancio Conservatorio.
Comentario por Esther — 12 diciembre, 2010 @ 11:38
Estudié mi último año de musicología en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, después de haber estado estudiando durante tres años dicha especialidad en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca con Juan Carlos Asensio. También asistí a la prueba oral en que se seleccionaba al profesor de canto gregoriano, y después de ver a ambos candidatos sólo puedo corroborar todo lo que Benjamín expone en el primer comentario.
También decir que, durante este último año en Madrid, he podido escuchar en clase como algún que otro profesor deshonraba abiertamente la labor y la trayectoria del Profesor Asensio. Por desgracia para muchos, sobre todo para los alumnos que actualmente cursan la especialidad de musicología en dicho conservatorio, esta persona era uno de los encargados de juzgar la prueba. ¿Es a esto a lo que se llama tribunal “imparcial”?.
Por culpa de este “pucherazo” (como bien dice Esther) el conservatorio no va a perder únicamente a un gran especialista, sino también a una extraordinaria persona que se desvive por sus alumnos, y a Madrid esto le hace mucha falta.
Ánimo Juan Carlos.
Adriana Segrelles
Comentario por Adriana — 12 diciembre, 2010 @ 14:55
Desde mi experiencia en otros centros superiores de música fuera de España solo puedo señalar la enorme injusticia que se ha realizado en este caso atendiendo a la constitución del tribunal que ha juzgado los méritos y la prueba oral de ambos candidatos. En cualquier Musikhochschule alemana, austríaca, suiza, etc., siempre y en todos los casos que he conocido -y por donde he tenido que pasar yo mismo como profesor de un centro alemán- el jurado no se constituye nunca en base sola y exclusivamente de miembros del departamento al que aspiran los candidatos. Este procedimiento abre las puertas a la ignonimia, a la endogamia y a las vengazas personales y académicas que por otro lado tan arraigadas están en la vida de los conservatorios y universidades españoles. En un tribunal alemán son invitados especialistas de reconocido prestigio en el ámbito en el que se va a realizar la prueba. En este caso no ha sido así, y además, como señala alguien más arriba, el profesor jubilado forma parte del jurado y determina con su “auctoritas” en parte el camino sucesorio (siendo además el único especialista en esa materia concreta). Esto es totalmente imposible en otros países como los citados en los que la calidad y adecuación del candiddato elegido no es destrozada a priori siguiendo el mecanismo del RCSM de Madrid.
Ánimo Juan Carlos. El RCSM de la capital lleva demostrando muchos años el porqué muchos alumnos se van a estudiar a Salamanca, a Zaragoza, a Barcelona o al extranjero (en concreto en Dirección, Musicología y Composición). Sigue cayendo en picado, y yo ya no veo esperanzas hasta otra próxima generación.
José María Sánchez-Verdú
Comentario por José María — 12 diciembre, 2010 @ 21:00
No entiendo que en un centro como el RCSMM no hay un director de orquesta de primer nivel como profesor de la asignatura, o un reconocido compositor en activo trasmitiendo su experiencia y conocimiento. Por eso mi paso por este centro en estas asignaturas ha sido patético. Veo que en Musicología ocurre lo mismo. No hay manera de demandar esta mediocridad ante alguien de la Comunidad de Madrid????
Comentario por Luis — 13 diciembre, 2010 @ 3:44
El caso que nos ocupa es uno más, aunque especialmente significativo, por las dimensiones de la desfachatez de la afrenta, de los que con demasiada frecuencia se producen en el proceso de selección del profesorado de la enseñanza superior y que afecta, con proporciones variables pero siempre vergonzantes, al resto de las disciplinas, especialmente dentro del ámbito de las llamadas “Humanidades”. Leía hoy un artículo en El País que explica, con toda claridad, cómo el renovado sistema de selección del profesorado universitario se perpetúa a sí mismo y se protege contra cualquiera que quiera ingresar en tan “selecto” club sin haber seguido el obligado cursus honorum, mediante el cual se rinde la debida pleitesía.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/calidad/universidades/espanolas/elpepuopi/20101213elpepiopi_12/Tes
El artículo enlaza muy bien con el acertado comentario de Cristina que, desde allende los Pirineos, tiene una perspectiva mucho más abierta.
Es evidente que este robo no disminuye ni un ápice la más que probada, dentro y fuera, excelencia de Juan Carlos en sus diferentes facetas como intérprete, investigador y docente, pero sí que le roba un más que merecido puesto que le evitaría unos cuantos cientos de los kilómetros que, desde hace ya mucho tiempo, carga a sus espaldas. Además de animarle a entablar todo tipo de recursos posibles contra los bandoleros que han cometido el atraco, los cuales tienen nombre y apellidos, desde aquí aliento a la comunidad a solidarizarse también en contra de ellos y a propiciar su denuncia y aislamiento, evitando participar en todos los eventos por ellos organizados.
Comentario por Juan M. — 13 diciembre, 2010 @ 19:00
Me acabo de enterar de lo sucedido en las pruebas de Canto gregoriano, y he tenido que leerlo varias veces para convencerme de que un escándalo así sigue siendo posible en este conservatorio y en este país. No conocía ni el nombre de Luis Prensa hasta que empezó el proceso, por lo que no voy a juzgar su valía, pero sí sé, como todos los que ya han escrito, del prestigio nacional e internacional de Juan Carlos Asensio, y sólo puedo decir que es una vergüenza que un centro se permita el lujo de prescindir de un profesional de esta valía, cuando se supone que se está bucando la excelencia educativa y acabamos de pasar al espacio superior.
Conozco a todos los alumnos de Musicología del RCSMM, puesto que me encargo de impartir Análisis para 3º y 4º de esta especialidad, y unánimemente me han dicho, cuando menciono como referencia inexcusable el libro de Asensio sobre Canto gregoriano en Alianza Editorial, que su ex-profesor de esta materia lo tenía prohibido. ¿Cómo una persona con esta manifiesta animadversión (léase envidia) hacia uno de los candidatos puede formar parte del tribunal, estando además jubilado? No estuve en la prueba, pero por fuentes de muy diverso signo he oído y leído que la diferencia fue, sencillamente, abismal (a favor de Juan Carlos, naturlamente).
Por otra parte, espero que el juicio de José María Sánchez Verdú sobre el destino de esta generación de alumnos no llegue a ser verdad, porque no todo lo que ocurre en este vetusto centro responde a inquinas y maquinaciones. Muchos profesores intentan, en la medida de su capacidad, dar de sí lo mejor posible todos los días, y creo que los alumnos saben y pueden juzgar muy bien quién les aporta algo y quién no. Como en todos los colectivos, en este centro hay profesionales excelentes y otros no tanto, y no creo que en otros lugares sea muy diferente. La pena es que ciertas especialidades tengan un tono o un nivel general que no esté acorde con el lugar en el que están (y no voy a decir cuáles, ya se ha dicho más arriba).
Las pruebas están recurridas, porque objetivamente hablando es imposible que Luis Prensa tenga más puntos en el apartado de méritos que Juan Carlos, como se puede observar en el resumen de Pepe Rey. También la composición del tribunal es discutible, como han observado algunos. En fin, espero que la cordura se imponga, y por ello quiero dejar constancia de mi vergüenza como integrante de este claustro de profesores ante esta indignidad, en un momento en el que parecía que empezábamos a subirnos al carro de la actualización pedagógica y de la enseñanza superior. Estas prácticas desdicen todo el esfuerzo de tantos profesores, pero sería injusto juzgar a todos por este mismo rasero.
Comentario por Enrique — 14 diciembre, 2010 @ 9:35
Ayer casualmente, en una visita al Conservatorio Superior de Música y Danza de Baleares, por unos alumnos me enteré de la noticia: “han suspendido a Juan Carlos Asensio” Y sabiendo de esta pàgina por los mismos alumnos, he visto las puntuaciones y leído los comentarios. Triste espectáculo¡ No conozco personalmente al profesor Prensa; sí conozco algo su labor en el “Fernando el Católico” y bastantes de sus escritos. También conozco sus interpretaciones con el grupo Domus Aurea… y sus frecuentes “excursiones” gregorianistas.
Atrévanse a comparar grabaciones¡
El comentario podría ser largo, pero lo dejo aquí: los alumnos madrileños se están perdiendo oro puro, conocimientos extensos y profundos, metodología y documentación precisas y muy al día. Y no hablemos del reconocimento internacional, así como suena, del que goza el profesor Asensio. Serà cierto que el “seny” catalán funciona màs y mejor que las políticas frailunas madrileñas? Suerte tienen en Barcelona, Esmuc, de poder aprovechar las capacidades largas de Juan Carlos Asensio.
Por suerte los que conocemos el buen paño podremos seguir disfrutando de sus sabias explicaciones.
Sebastià Melià
Comentario por Sebastià — 14 diciembre, 2010 @ 13:32
El conservatorio superior de madrid apesta y nunca se ha considerado un centro de referencia (excepto cuando solo habia dos o tres)
Comentario por federico — 14 diciembre, 2010 @ 14:46
Basta con que trabajen y se cojan en este centro a profesores malos o malísimos para que se destroce en gran parte la labor de todo el centro. Sánchez Verdú tiene razón, por eso la mala fama y actos como el sucedido en el RCSM determinan que muchos huyamos, y que como yo nos perdamos la calidad de algunos profesores por culpa del grupo general. Yo me fui y no me fue fácil. Pero gracias a ello he escapado de esa mediocridad que una vez más se ha vuelto a reafirmar con la exclusión de J. C. Asencio.
Hasta que se jubile Prensa, y así otros muchos, el RCSM no contará con Maestros que la endogamia del centro rechaza. Hablamos pues de una generación, profesor Enrique Igoa, más de 20 años sin Asensio y otros grandes vetados. Siento pena pues varios años fue mi centro, y Madrid mi ciudad. Enrique, se puede hacer algo desde el claustro de profesores?
Comentario por Luis — 14 diciembre, 2010 @ 15:16
El libro de canto gregoriano de Juan Carlos Asensio en Alianza es magnífico, así es que espero como agua de mayo el que está a punto de sacar sobre notación. Podría darse el caso paradójico de que este último libro, a punto de salir, fuera de texto en el RCSM de Madrid y, si no se da, entonces es cuando será también una paradoja, por no decir más.
Porque mis maestros franceses (estudié en Francia) me confirman que el citado libro de canto gregoriano de Alianza está traducido al francés y que es muy valorado en las instituciones de enseñanza francesas más prestigiosas. En cambio, varios participantes del foro confirman lo que ya había oído, que ese libro de Asensio estaba prohibido, censurado, vetado en el RCSM. Lo que yo he oído decir es que el censor no era otro que el propio Ismael Fernández de la Cuesta. Sería muy bueno que el propio Fernández de la Cuesta participara en este foro para desmentirlo.
Pues ya da lugar a animada polémica lo de censurar al hombre. Pero censurar además su obra … Se supone que el “Index librorum qui prohibentur” era cosa de otros tiempos.
Soy muy aficionado al gregoriano. En estos días he releído, al calor de la polémica, el libro de gregoriano de Asensio. Miré también varios escritos de Luis Prensa, pues me traje, el pasado verano, del curso de música antigua de Daroca, casi todos los librillos de las jornadas de gregoriano que anima Luis Prensa. Leo, por ejemplo, una conferencia de Luis Prensa sobre un tema apasionante, el tránsito de la monodía a la polifonía. Como, por interés profesional (pues estábamos trabajando sobre el tema en nuestro grupo), he tenido ocasión hace poco de leer otro libro de otro de los miembros del tribunal sobre otro tema apasionante, deduzco que ambos harán buenas migas en el RCSM de Madrid, pues los escritos de ambos se hallan al mismo nivel. Eso me ha consolado, pues está muy bien la homogeneidad en el cuerpo de profesores de un departamento.
Comentario por paco — 14 diciembre, 2010 @ 18:06
Aunque no tenga que ver con esta especialidad, sí que ha sido igual de vergonzante el resultado de las pruebas en el Conservatorio Superior de Zaragoza para elegir un profesor de la asignatura de Coro. De los tres candidatos, se consideró NO APTO a Marcos Castán… evidentemente, porque el “tribunal” temía (con razón) que sus méritos le valieran la plaza. Me han contado la prueba práctica de primera mano y este chico, que ha dirigido el Coro Nacional Joven de COACE, aparte de otras muchísimas cosas (como obtener el Premio de Honor en Dirección de Coro EN ESE MISMO CONSERVATORIO Y CON LA MISMA PROFESORA QUE ESTABA EN EL TRIBUNAL), les dio sopas con honda a las otras dos candidatas.
Así nos va, no sólo en Madrid, por lo visto.
Comentario por Fernando — 14 diciembre, 2010 @ 19:48
Como X.M. Carreira, yo tampoco asistí a la prueba y no puedo opinar en público. Sobre el asunto de los méritos, coincido plenamente con él; soy provinciano y conozco el sistema tantas veces visto de investigo sobre mi pueblo, y como soy el experto local, yo me subvenciono y me publico, y si es necesario blindo los archivos y las fuentes. Pero lo que quería recordar era otra cosa: la animadversión del tribunal hacia uno de los candidatos. Hace ya muchos años uno de los cualificados miembros del tribunal me ofreció la plaza de canto gregoriano del conservatorio superior de Salamanca, que se acababa de crear (por supuesto legalmente pues habría pruebas y papeles); naturalmente negué la oferta porque no me encontraba no ya capacitado para dar las clases, ni siquiera para prepararlas; pero también porque había otra persona más que capacitada, compañero mío y por tanto tan conocido por quien me lo proponía como yo, a la que nada se le había dicho: Juan Carlos Asensio. Justamente de lo que se trataba era de impedir el acceso de Juan Carlos a dicha plaza, en donde luego tanto brilló, según testimonian sus alumnos.La cosa viene de atrás…
Alfonso de Vicente
Comentario por Alfonso — 15 diciembre, 2010 @ 8:12
Estimado Enrique: en mis líneas sobre este tema no he juzgado la calidad de los profesores del RCSMM ni generalizado: como bien sabes y escribes hay magníficos músicos y pedagogos en este centro. Tampoco dudo de la honradez y profesionalidad de Luis Prensa, sino de la constitución del tribunal y su resolución, cuanto menos muy sorprendente. El tema va más allá, y hace referencia al porqué de ésta situación y la de otras que con frecuencia afectan a la fama del centro, y por tanto también al trabajo de los estupendos profesores que allí hay como tú y bastantes otros, amigos, colegas, exprofesores y excompañeros de estudios. Yo también estudié allí y fui varios años profesor, la considero mi casa, y por eso desearía de corazón que fuera un centro de referencia y tuviera la fuerza para anteponer la máxima calidad del profesorado a otras cuestiones aquí aludidas.
José María Sánchez-Verdú
Comentario por José María — 15 diciembre, 2010 @ 8:19
Estoy totalmente de acuerdo con los comentarios.
Yo misma estudie en su momento en el RCSMM. Hice varias especialidades y estuve sólo un año en el departamento de musicología. El motivo, me desilusionó mucho el panorama que había. En la especialidad de folklore, el profesor sólo se limitaba a darnos fotocopias que ya tenía hace “mil años” y que no renovaba y a meternos por los ojos sus libros. En Paleografía, el profesor cada día improvisaba, nunca traía nada preparado, y cuando se hacían debates se dedicaba a intentar dejarnos mal a los alumnos mostrando su superioridad sobre nosotros y dejándonos mal, hasta un día se trajo a un alumno del extranjero y preparó su única clase para darle popularidad y ponernos a nosotros como el nivel del betún. En Musicología estaba muy contenta pues aprendí lo que nadie me había enseñado sobre investigación y trabajo de campo, pero como al año siguiente se jubilo el profesor pues ahí se quedo. En Gregoriano, he de decir que yo estaba muy contenta, aunque echaba en falta más práctica que tanta teoría.
En ese año hice un trabajo de investigación, ninguno de los profesores me dió buenas opiniones y no me hicieron ni caso ni me ayudaron por lo pretencioso del tema que escogí, y en el congreso de gregoriano que se celebro tuve el gusto de conocer a Robert Stevenson, me lo presentaron y le enseñe mi trabajo, tanto le gustó que mantuve el contacto con él y quería llevarme a su universidad, pero en esa época costaba mucho dinero y mis padres no disponían de él. Una pena porque allí quizás hubiera tenido un buen futuro, pero me quede en España, en Madrid.
Al cabo de unos años me presente a unas oposiciones para profesor de Lenguaje musical, eramos “tropecientos mil”, la mayoría nos conocíamos del conservatorio y el día de la prueba ya empece a oír que la plaza ya estaba dada “al hijo de uno de los profesores que impartían esas asignaturas en el RCSMM” . En las pruebas se dieron muchas irregularidades, empezando porque no se permitió público asistente, nos tenían encerrados a todos en un aula de la que no nos dejaban salir ni para ir al baño….el caso es que la lectura a primera vista, y el dictado fue un escándalo!. Ante tal cachondeo, mucha gente que pasó la primera parte no quiso perder el tiempo y no se presentaron a la segunda.
Al final, cuando se publicaron las listas los rumores se confirmaron, la plaza se la llevo el hijo del susodicho profesor, y encima como había gente muy buena que se presento, para poder dársela le dieron una calificación de 10 !!!!!!
Los “pucheretazos” se han dado siempre, y el problema es que lo hacen muy alegremente. Y opino que no denunciamos, pues como sabemos “el mundo de la música es un pañuelo”…..
Comentario por Eugenia — 15 diciembre, 2010 @ 10:42
Por lo visto el RCSM de Madrid sigue contaminado con las pestilencias de la antigua morgue madrileña. Siniestros y cadavéricos personajes no admiten ni un soplo de aire fresco y de vida en sus alrededores. Para Juan Carlos, pienso yo, que le será positivo el no mezclarse con esos seres. Lo siento por los alumnos y por la enseñanza de la música en nuestro país, que continúa estando en manos de dinosaurios fosilizados.
Comentario por sergio — 15 diciembre, 2010 @ 12:07
Diré en primer lugar que si he guardado silencio hasta ahora es porque me pareció más útil actuar (obras son amores) que andarme con jeremiadas. Pero en vista del interés suscitado por este asunto, y como primer firmante del anexo presentado por Juan Carlos Asensio en su reclamación formal del proceso de selección comentado, tal vez sea oportuno añadir algún comentario a los ya expresados por otros participantes en este foro.
He sido catedrático de Musicología del RCSMM hasta mi reciente jubilación anticipada, el pasado curso (decisión en la que no dejó de jugar un importante papel la irrespirable atmósfera intelectual y moral de un Departamento que sistemáticamente ha sofocado cualquier iniciativa de regeneración, con decidida y beligerante actitud por parte de unos, mientras que otros miraban de manera cómplice hacia otro lado). A lo largo de los últimos años he sido testigo de la mal disimulada inquina que el profesor de Canto Gregoriano, señor Fernández de la Cuesta, profesaba a su intolerablemente brillante ex-alumno (también lo fue mío en tiempos, luego amigo, ahora maestro) Juan Carlos Asensio Palacios. Curso tras curso traté de facilitar de algún modo su aproximación al Departamento, siquiera como conferenciante invitado, intentos que fueron siempre torpedeados con las excusas más peregrinas, así por el mencionado profesor Fernández como por sus incondicionales acólitos, los profesores Rey y Sierra (miembros ahora del debatido tribunal). Logré por fin que nuestros alumnos pudieran aprovechar sus conocimientos a costa de camuflar su intervención en la asignatura de ‘Organología’, en una magnífica disertación ilustrada sobre “Los capiteles de Cluny”. Ninguno de los profesores mencionados asistió, como por desgracia cabía esperar.
Cuando, hace ya muchos meses, antes de la pasada primavera, Juan Carlos Asensio me habló de su posible interés en impartir las enseñanzas de canto gregoriano y música medieval en el RCSMM tras la jubilación forzosa por edad del profesor Fernández, sin llegar frontalmente a tratar de disuadirle, sí le advertí de la grisura del panorama al que habría de enfrentarse. Incluso llegué a comentar con él la nota al respecto que yo había enviado por esas fechas al subdirector del centro en respuesta a su aparente preocupación por la inanidad del Departamento de Musicología (nota que, si la benevolencia del mantenedor de estas páginas lo permite, añadiré como breve anexo más adelante, pues ahí quedan de manifiesto algunos de los polvos de donde vienen estos lodos).
Antes de que finalizase el pasado curso, acaso hacia finales de abril o principios de mayo, me llamó la atención el apenas disimulado desagrado con que percibieron mi accidental e inesperada presencia don Pedro Calahorra y don Luis Prensa en la visita que hicieron al profesor Fernández en su clase del Conservatorio. De sus cabildeos nada sé, pero era obvio que se trataba de un asunto reservado. Sólo mucho más tarde empecé a colegir, a medida que iba percibiendo síntomas de lo que se avecinaba.
Por eso, cuando se convocaron los ejercicios del proceso de selección, y conociendo de sobra la catadura del presidente y de varios de los miembros del tribunal, así como de su asesor ‘ad hoc’, el profesor Fernández, decidí estar presente en los ejercicios públicos de dicho proceso. No, desde luego, por creer que mi mera presencia habría de tener el más mínimo efecto (aunque, con toda evidencia, fue recibida con patente irritación) sino por ser testigo de lo que, en mi fuero interno, presentía como una –otra más– cacicada.
Del desarrollo de dicho acto ya se ha dado noticia desde el primero de los textos de este hilo, cuya opinión comparto en lo sustancial; de los detalles se ocupa el escrito de la reclamación formal a que hice referencia al principio. Sólo añadiré que no recuerdo haber visto en ningún momento a la secretaria del tribunal, y también la generalizada impresión entre los asistentes (pocos, acaso una decena) de que quien realmente llevaba la batuta de la situación no era ni el presidente (¿qué sabrá ese señor de la materia que juzgaba?) ni de los otros componentes del tribunal, sino del ‘asesor’, que en todo momento daba la sensación de tenerlo todo atado y bien atado.
Ciñéndome a los hechos y evitando todo juicio de valor, importa aclarar que ningún dato tengo que pueda desacreditar la valía profesional o pedagógica de don Luis Prensa, con quien apenas he coincidido, y de pasada, en un par de ocasiones en toda mi vida, por más que su intervención en dichos ejercicios quedó, a mi entender, muy por debajo de la de su oponente. En todo caso –y permítaseme la manifiesta subjetividad del juicio– creo que en el fondo no se trataba tanto de dar la plaza a tal o cual candidato (que también, desde luego) sino de cortar el paso a alguien moralmente sano e intelectualmente capaz. Intolerable.
En otro orden de cosas (o no, más de lo mismo) pone el dedo en la llaga otro interviniente en este mismo hilo cuando, un poco más arriba, se pregunta dónde está la voz del profesorado del centro, dónde en particular la de los demás miembros del Departamento, dónde la de los alumnos, los más directamente afectados.
Por lo demás, y a la espera de los próximos acontecimientos, quien tenga curiosidad en conocer algo más de cómo andan las cosas en el Real Conservatorio de Música de Madrid, puede echar un vistazo a la siguiente página:
http://www.ceeaass.org/files/Leccion-Magistral_Jacinto-Torres_20101126.pdf
y en particular a sus seis o siete últimos párrafos. Podrá estar más o menos de acuerdo, pero seguro que pasará un rato entretenido.
Salud.
Jacinto Torres
Comentario por Jacinto — 15 diciembre, 2010 @ 12:25
Según lo anunciado más arriba, éste es un fragmento del texto remitido en su día al subdirector del RCSMM acerca de la situación del Departamento de Musicología:
“[…] Tienes razón también cuando hablas de un conflicto ya antiguo, y ciertamente lo es; como también lo son sus síntomas y su diagnóstico, sin que se haya hecho nunca nada, ni antes ni ahora, por corregirlo. Al contrario, una de las primeras decisiones de la nueva dirección fue consolidar esa situación y esos comportamientos renovando la designación del jefe del Departamento [el profesor Fernández de la Cuesta], sin que mediase debate o votación en el seno del mismo, ni siquiera consulta por parte de la dirección. Desde luego, ésa es una potestad que la vigente normativa otorga al director del centro, y que este ejerció sin mayores miramientos. ‘Por sus obras los conoceréis’.
Hablo, como sabes, de un Departamento inane y mortecino, un Departamento que incumpliendo el precepto de reunirse a trabajar en común al menos dos veces por trimestre, lo hace apenas en dos, o como máximo tres, ocasiones en todo el año. Un Departamento cuyos miembros desconocen cuáles son las propuestas y debates de la Junta de Departamentos que puedan afectarles, pues su jefe o no asiste a las reuniones de dicha Junta, o lo hace apenas durante los primeros minutos, o definitivamente se evita molestias y envía a un acólito, que permanece mudo. Un Departamento que asimismo ignora cuáles son las decisiones que, tomando su nombre en vano, adopta el jefe del mismo por su propia cuenta y sin previa consulta a sus miembros. Un Departamento que silencia y oculta las irregularidades [eufemismo] de gestión de su presupuesto económico. Un Departamento que, frente a la actividad e iniciativas desplegadas por otros de la casa, está patéticamente ausente de cualquier actividad pública en el centro. Un Departamento que ningunea los logros de sus propios alumnos, cediendo con preferencia las páginas de la revista del Conservatorio a cualesquiera otros de cualesquiera otras instituciones o procedencias, en beneficio de las buenas relaciones personales del director de dicha publicación.
Y, con todo, un Departamento en cuyas posibilidades sigo creyendo y cuyas funciones sigo defendiendo contra la arbitrariedad, el sectarismo y los intereses particulares, no ya solo por ser mi obligación como servidor público, sino por su potencial pegagógico y científico, acreditado por la valía profesional de sus componentes y la capacidad y el entusiasmo de sus alumnos.”
Comentario por Jacinto — 15 diciembre, 2010 @ 12:30
Apuntando un inciso de un fragmento del escrito anterior de D. Jacinto Torres:
“Un Departamento que ningunea los logros de sus propios alumnos, cediendo con preferencia las páginas de la revista del Conservatorio a cualesquiera otros de cualesquiera otras instituciones o procedencias, en beneficio de las buenas relaciones personales del director de dicha publicación.”
Ratifico dicha opinión pues yo fui testigo de como muchos de los alumnos registraban sus trabajos de investigación de musicología antes de entregarlos para evitar que alguien del profesorado pudiera adjudicárselo.
Es más, sé a fe de ciencia cierta que uno de los profesores que me dio clase y aún continua en el Conservatorio, en mi época algunso alumnos eran engañados con acudir a cierto monasterio para hacer prácticas de paleografía, se les tenía un montón de horas transcribiendo, y al final ese material era utilizado por dicho profesor para sus publicaciones personales.
Volver tmabién a reincidir en que “el mundo de la música es un pañuelo”….un profesor no se va a querer enfrentar a otro compañero con el que trabaja…..y un alumno que se juega su titulación no va a indisponerse con sus profesores….es injusto, pero la vida es así.
Un saludo
No comento más porque “me altero”….
Comentario por Eugenia — 15 diciembre, 2010 @ 13:20
Buenas tardes a todos,
Primeramente tengo que decir que no asistí a la prueba práctica, así que no voy a juzgar quién lo hizo mejor. Respecto al aprecio que tienen los catedráticos del RCSMM hacia Juan Carlos Asensio, creo que es conocido por todo el mundo que es menos que nulo. A los alumnos se les instruye desde primero de musicología sobre lo perverso que es Juan Carlos Asensio. Ya desde los años 90, los miembros del tribunal aseguraban que nunca tendría Juan Carlos cabida en el conservatorio. Ignoro si hay algún motivo personal o simplemente es envidia de sus logros, pero en ambos casos, es deplorable.
Desgraciadamente, creo que muchos anticipamos el resultado final de la selección, incluso antes de producirse las pruebas. Como el mundo de la musicología es pequeño en este país, todo se sabe tarde o temprano, y esas plazas están dadas de antemano.
Juan Carlos sabe que esa plaza ha tenido sucesivos “dueños” desde los últimos años porque me consta que ha recibido comentarios en ese sentido, y me alegra sobremanera que haya decidido presentar alegaciones al resultado de la prueba. Si la consigue, sin duda será el mejor profesor posible.
En cualquier caso, me parece entretenido que se haya decidido sacar a la luz los trapos sucios de la docencia en el departamento de musicología, sobre todo porque el dicho “dime de qué presumes y te diré de qué careces” es aquí más aplicable que nunca. Quizá el silencio sea mejor en estos casos y, aunque se haya entrado tarde en esta polémica, quizá haya sido todavía demasiado pronto.
Comentario por Angel — 15 diciembre, 2010 @ 18:01
Me imagino lo que fue el “proceso” de selección, no perderé ni en segundo en ello, pues tal pantomima Jacinto Torres y Benjamín la han descrito perfectamente. Los que nos interesamos por el canto gregoriano, conocemos sobradamente las andanzas del ex-monje silense y de su comparsa: bueno, se le conoce en España (y por suerte, no todos), porque fuera es un completo desconocido y mejor así… Da vergüenza ajena…
Ya hace más de 15 años que nos conocemos, amigo Juan Carlos. Tú fuiste uno de los puntos de partida en mi andadura por el mundo del canto gregoriano y, aunque ahora viva en tierras galas, al menos cada año, a finales de agosto, tenemos ocasión de vernos y de charlar largo y tendido sobre nuestra pasión. Fuera de las fronteras españolas, se te tiene por lo que eres: uno de los referentes indiscutibles en el mundo de la monodia medieval, una eminencia del canto hispano-visigótico y un pedagogo extraordinario. Buen reflejo de ello, es la encomiable labor que desempeñas en tu coro, Schola Antiqua, uno de los coros gregorianos con mayor proyección internacional que conozco.
Me imagino como debes sentirte, Juan Carlos. Deseo que te consuele el saber que tanta y tanta gente te admira, reconoce tu trabajo, te debemos tantas cosas en el mundo del gregoriano. “Por sus obras los conoceréis”, pues eso, todos te conocen por todo lo que has hecho en el mundo del gregoriano, difundir tus amplísimos conocimientos en semiología, paleografía, interpretación, ritmo, modalidad, historia, formas, etc, etc.
Espero que se haga justica, por una vez, y prospere la reclamación. Mientras tanto, el gregoriano en España está de luto…
Toda mi amistad, mi reconocimiento y mi apoyo, amigo Juan Carlos.
Alberto Díaz-Blanco
Comentario por Alberto — 15 diciembre, 2010 @ 21:21
EL AHOGADO MÁS HERMOSO DEL MUNDO
En el farragoso comentario 17, en el que me desahogué a gusto, escribí que lo ocurrido debería suscitar una reacción colectiva. Desanimado, abrumado ante el inmenso poder de la dictadura de la mediocridad, dudaba que se produjese. ¡Celebro tanto haberme equivocado …!
Por eso, y por expresarlo con los títulos de sendos profundos relatos de Gabriel García Márquez, Juan Carlos Asensio es “El Ahogado más Hermoso del Mundo”, mientras que tiene que haber “Un Señor muy Viejo con unas Alas muy Grandes” para que, al menos en parte, se explique el resultado de la oposición.
Comentario por paco — 16 diciembre, 2010 @ 8:42
Por desgracia no es la primera ni la última que pasa de estas… ni en las comisiones al superior de Atocha, ni en las oposiciones al medio, aún recientes. Más de una me ha tocado de cerca (tanto como para conocer las cosas en perfecto detalle) y algunas hasta personalmente. Algunas de ellas verdaderamente incomprensibles. Una persona que se presentaba conmigo a una de las últimas, y donde tan sólo aprobó el alumno menos que mediocre de un profesor de conocida reputación… pero no buena (y que, por cierto, se encargaba él de estar en el tribunal que designaría a su sucesor), me lo definía perfectamente: se cuida bien el mediocre de no dejar tras de sí alguien que pueda dejarle en evidencia. Una actitud profundamente española.
Y sin embargo, este caso de Gregoriano (y no olvidemos las otras asignaturas a impartir) es especialmente hiriente, dado el universal reconocimiento (no confundir con fama, que es algo mucho más vacuo y a veces errado) del maestro Juan Carlos Asensio.
Ojalá sirviera para crear una protesta seria, llamar la atención de los inspectores, que están dormidos en su limbo y son los que tienen la verdadera responsabilidad al respecto. Para ello cobran, para velar por el correcto funcionamiento de las instituciones, y poner orden donde hace falta.
Exijámosles su trabajo. Así mismo, ellos deberán exigírselo a los responsables en el centro.
Hace no mucho veíamos por primera vez cómo un director de un centro era cesado. Por razones quizá un poco colaterales. Pero creo que era la primera vez que a alguien se le exigía responsabilidades sobre sus actos, a estos niveles. Que cunda el ejemplo (cuando corresponda, claro).
No debería ser necesaria la institución de los inspectores como una policía que controle el funcionamiento, como no debería ser necesario el estado de alarma para garantizar un servicio básico como el espacio aéreo. Pero los españoles ignoramos tantas veces las consecuencias de nuestros actos, y nuestras obligaciones al respecto, que se vuelve imprescindible en nuestro país.
Como bien decía Enrique Igoa, hay profesores muy válidos allí. Y con ganas de trabajar y de levantar el centro (que necesita ser levantado, indudablemente). Pero son casi una minoría mirada por encima del hombro por otros muchos.
Ojalá esto cambie algún día.
Si algún inspector lee esto, que actúe.
Comentario por Carlos — 16 diciembre, 2010 @ 9:08
Pero, ¿de verdad que a estas alturas hay que sorprenderse? ¿Alguien esperaba otra cosa? ¿Es que después de tanto tiempo no hemos aprendido cómo funcionan las cosas en este centro? Lo verdaderamente admirable es que Juan Carlos Asensio haya tenido el valor de presentarse a la oposición aun sabiendo de antemano que esa plaza no iba a ser para él.
Comentario por Lucía — 16 diciembre, 2010 @ 10:16
Poco puedo añadir a todo lo dicho aquí.
Estuve en la prueba oral y la actuación de Prensa fue tan lamentable que debería haber sido motivo de suspenso automático.
Esto no puede quedarse así. Basta ya de tanta podre.
Miguel
Comentario por Miguel — 16 diciembre, 2010 @ 10:59
A mediados de los 70, no recuerdo si antes o después de la muerte de Franco, tuvo lugar en el viejo conservatorio del Teatro Real una sangrienta escena digna del gore más truculento. Llegaron a la entrada de la plaza de Isabel II una señora y su hijita para su habitual clase de solfeo o de lo que fuera. La madre pulsó el botón de llamada del ascensor y, cuando se abrió la puerta, ¡Aaaaaah! ¡Oooooh!, ambas soltaron dos agudos gritos horrorizadas ante el espanto que se ofreció a su vista: una cabeza de cordero partida por la mitad con los sesos sanguinolientos restregados por el suelo y las paredes, y en la pared del fondo una pintada en rojo con el titanlux todavía goteando: ¡¡¡BORREGOS!!! Ante tal espanto quedaron paralizadas, pero alguien llamó al ascensor, las puertas se cerraron y quince segundos después, ¡Aaaaah! ¡Oooooh!, se reprodujo la escena en el piso superior. Así anduvo el horrendo cargamento arriba y abajo varias veces mientras el griterío aumentaba y la consiguiente aglomeración de gente, hasta que apareció el jefe de los conserjes (Fernando Morcillo, auténtico dueño del conservatorio durante medio siglo) y restableció el orden institucional e higiénico en el edificio.
Durante años intenté enterarme de quién podía haber sido autor de tan brillante performance. Durante décadas nadie supo decirme nada. Ni una pista. Era un modelo de acción clandestina perfecta. Hasta que hace apenas cinco o seis años a uno de los autores (fueron dos), compañero y amigo de toda la vida, se le aflojó la lengua tomando unos vinos y me contó al detalle cómo fue la conjura y la arriesgada operación, que se inició en una casquería del mercado de san Miguel. Es una pena que las historias oficiales rara vez recojan episodios como este y no exista tampoco documentación gráfica.
Estos últimos días me he acordado de aquel episodio por culpa de algo más actual, que me mueve a escribir en este hilo contra mi primera intención de callar como huésped e improvisado moderador del mismo. Han llegado a Veterodoxia unos cuantos comentarios enviados desde falsas direcciones de correo y camuflados en nombres también falsos. Por el contenido se deduce que todos ellos proceden de alumnos del conservatorio que no quieren salir de la anonimia. Y el hecho me parece grave, sintomático y a tener en cuenta. ¿Por qué tanto miedo? ¿Qué clase de represalias temen? ¿Es esa la atmósfera que se respira en esa casa y en ese departamento? Pero, sobre todo, ¿siguen el mismo comportamiento de avestruz en sus estudios? ¿Prefieren no protestar ante la incompetencia y/o la injusticia? ¿Callan la boca ante los profesores que no cumplen su función? ¿Aceptan la ignorancia con tal de que les den una nota pasable? Quien estudia en niveles superiores es responsable de su educación más aún que los profesores que le asisten. Se trata de nada menos que de “su” aprendizaje y, en definitiva, de una parte muy importante de “su” vida presente y futura. Cuando tenga que demostrar sus conocimientos, no le valdrá la clásica excusa de “ese día no fui a clase” o “es que el profe era muy malo”, porque a nadie le importará.
Veterodoxia, al adoptar la forma de foro, ha querido crear un espacio virtual que posibilite dar claridad sobre el bastante turbio asunto de las pruebas de selección de profesor de Canto Gregoriano. No aspira a más ni pretende otros objetivos. Cierto que no se trata de un problema aislado ni aislable y que inmediatamente surgen lazos con otros asuntos. Pero Veterodoxia no quiere convertirse en el muro de las lamentaciones del conservatorio y, en particular, de sus estudiantes. Hay o debería haber otros cauces para arreglar esos problemas. Supongo (no lo sé, porque hace mucho que me muevo lejos de aquella casa) que existe una asociación de estudiantes y que en el claustro y en los departamentos están democráticamente representados junto a los otros estamentos. Ahí es donde deben batir el cobre y no en esta página y, encima, agazapados en un vergonzoso y timorato ocultamiento. Si no son capaces de defender sus derechos donde deben hacerlo, que no vayan a llorar donde no les servirá de nada. Perdón por la crudeza de la expresión, pero semejante comportamiento me parece tan culpable o más del estado de las cosas que el de la dirección o los profesores. Los estudiantes no son víctimas del sistema desde el momento en que callan y otorgan. Son lo que se suele llamar “cooperantes necesarios”.
El viejo mercado de san Miguel se ha convertido en un lugar de fiesta nocturna, pero los estudiantes del actual conservatorio tienen muy a mano el mercado de Antón Martín, en el que seguro que pueden encontrar cabezas de cordero de muy buena calidad. Si no saben qué hacer con ellas, les puedo indicar desde aquí dónde les pueden dar ideas.
Comentario por Pepe Rey — 16 diciembre, 2010 @ 12:34
No estuve presente en las pruebas, pero creo que está claro que la fama de Juan Carlos Asensio corresponde con la que se otorga al mejor especialista español en gregoriano, tanto en su vertiente interpretativa (nadie canta gregoriano ahora en España como Schola Antiqua, ni siquiera los monjes de Silos) como en la vertiente teórica, con la publicación de muchos e importantísimos trabajos y con el impresionante volumen monográfico aparecido en Alianza a la cabeza. Además, tiene justa fama como profesor. Considero un error mayúsculo darle la plaza a otra persona que ni siquiera era Javier Lara, el otro gran gregorianista que hay ahora mismo en España. Se nota a las claras qué conservatorios (como la ESMUC o Musikene) buscan a los mejores profesionales para dar las clases y qué otros (como el de Atocha) se dedican a perpetuar viejos esquemas.
Comentario por José — 16 diciembre, 2010 @ 22:52
En las bases de las convocatorias de oposiciones a secundaria (que aparecen todos los años en los correspondientes boletines oficiales) se exponen los motivos que harían a los miembros de un tribunal (designados por sorteo) incompatibles con su cometido; uno de ellos es la “enemistad manifiesta” con cualquier opositor. Cualquier opositor puede impugnar a un miembro del tribunal si cree que entre ambos hay enemistad manifiesta. Pues bien: “enemistad manifiesta” es lo que Ismael Fernández de la Cuesta ha manifestado públicamente hacia el opositor Juan Carlos Asensio en sus clases antes de jubilarse, llegando a vetar su excelente monografía (¡cuánto mejor que la del propio Fernández en la Historia de la música española de Alianza!). Sabiendo de tal animadversión, no sólo lo llaman a forma parte del tribunal por designación directa, sino que lo designan estando jubilado. Y estamos hablando del miembro del tribunal que, según testigos presenciales, parecía cortar el bacalao de lo que allí se decidía. Espero que en las bases de esta convocatoria también fuera motivo de exclusión la enemistad manifiesta y que esto sirva a Juan Carlos Asensio para ganar el recurso que ha interpuesto.
Comentario por José — 17 diciembre, 2010 @ 17:26
Sin entrar en otras consideraciones sobre los hechos que han originado este espacio de opinión –ya quedan claras en muchos de los comentarios precedentes-, me ciño aquí a un aspecto fundamental en cualquier proceso educativo: los resultados, y en último término la incorporación del alumno, en este caso de musicología, al mundo laboral.
De la calidad humana de Juan Carlos Asensio y su generosidad profesional ya disfrutamos quienes le conocemos. De su calidad académica, profesional, científica y docente, disfrutan sus alumnos y se enriquecen con ella en sus conocimientos.
Y en ese sentido puedo dar fe de los resultados prácticos de su docencia en el terreno puramente laboral. En la gestión de diferentes proyectos he compartido, pero sobre todo he observado, y observo día a día, el trabajo de ex-alumnos de Juan Carlos, hoy profesionales. Un trabajo brillante, realizado desde los amplios conocimientos adquiridos, una metodología adecuada y precisa, criterios sólidos y fundamentados, profesionalidad, coherencia, e incluso un comportamiento laboral responsable y ejemplar. Todo ello es consecuencia directa de haber recibido una enseñanza impecable, una eficaz transmisión de conocimientos y una formación integral por parte de un maestro incuestionable.
Esos resultados deberían ser la aspiración legítima de todo alumno porque de ellos va a depender su futuro profesional. El alumno puede y debe exigirlo, pero también es una obligación de la institución docente proporcionarles esa enseñanza de calidad contrastada, como es una obligación ineludible de la Administración velar porque eso se produzca.
Comentario por Miguel — 18 diciembre, 2010 @ 11:49
¿Alguien sabe quién, que persona física, hizo la baremación de méritos? Creo que sería esclarecedor de tamaña añagaza.
Comentario por Javier — 18 diciembre, 2010 @ 13:13
En el documento por el que se convocan las plazas se recoge literalmente:
Séptima.-FUNCIONES ENCOMENDADAS A LA COMISIÓN DE SELECCIÓN:
– Valoración de la Fase A) del procedimiento selectivo.
– La elaboración de las listas de aspirantes seleccionados, así como la elevación de las mismas a la Dirección General de Recursos Humanos.
– Valoración de los méritos recogidos en el apartado 4 “Méritos Artísticos”, del baremo que figura como Anexo II a la presente Resolución.
Lo que atribuye a los mismos miembros del tribunal que dieron las notas que dieron (fase A), la responsabilidad de valorar los méritos como los valoraron.
Comentario por Benjamín — 18 diciembre, 2010 @ 16:42
Según la RAE
PREVARICACIÓN: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.
DOLO: Engaño, fraude, simulación.// Voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud.
Señores profesores y catedráticos no deberían tomarse tan a la ligera el ser parte de un tribunal de oposición, porque en ese momento son representantes de la administración pública. ¿Por qué se celebra una oposición sin que el funcionario de la administración esté presente?(Según parece que ocurrió) ¿Por qué no hay representantes sindicales?
No son los alumnos, permítame decirle señor Rey, los que han de movilizarse, más bien es el colectivo de trabajadores de ese sector el que no debiera permitir irregularidades, por no decir ilegalidades, en sus procesos de selección.
Comentario por Celia — 19 diciembre, 2010 @ 13:37
En relación con el comentario anterior, si me da tiempo a escribirlo antes que se me adelante alguien, doy la enhorabuena a Pepe Rey y me parece muy bien que llame a quien sea (alumnos, aficionados, profesores) para movilizarse en contra de esta injusticia. Es indecente e impresentable que esto siga sucediendo en España. Seguimos a años luz de países como Inglaterra.
Eso sí, quien es profesor universitario sabe que esto sucede muchísimo más de lo que debiera. Por ello me emociona que alguien como Pepe Rey haya puesto en marcha este blog donde se clama, habla y desahoga uno, porque en cuantiosas ocasiones esto pasa desapercibido ante el vulgo.
Me alegra conocer los datos de forma objetiva, los cedés y los libros que han publicado uno y otro, porque ya me había llegado la noticia, pero sin tanta rigurosidad. La lista de méritos y el baremo es un tongazo como la copa de un pino, se ve a simple vista ojeando el CV de Asensio,que por supuesto es una eminencia muy conocida en los círculos musicales incluso de aficionados, como es mi caso.
Mi pregunta es… con este escándalo ¿Se atreverá la otra persona a aceptar esa plaza que está claramente amañada?
Muchos ánimos, Asensio.
Comentario por Leonor — 20 diciembre, 2010 @ 8:40
¿¿¿CÓMO ES POSIBLE QUE SE DESPERDICIEN ASÍ LA SABIDURÍA, EL TALENTO, LA PROFESIONALIDAD, EL CARISMA,… LAS DOTES PEDAGÓGICAS DE AUTÉNTICO MAESTRO??? Sólo encuentro una respuesta: en la plantilla del RCSMM hay exceso de genios y el prestigio sobra por todas partes.
Soy Fernando Rubio, profesor de Paleografía, notación y edición musical en la licenciatura de Historia y Ciencias de la Música de la Universidad de Salamanca. Tuve la gran fortuna de ser alumno de Juan Carlos Asensio durante varios años en el Conservatorio Superior de la misma ciudad. A él me unen situaciones profesionales varias y, sobre todo, amistad, menos cultivada de lo deseable pero firme y leal. Dejando de lado los vínculos afectivos con el interesado, tanto yo mismo como el resto de comentaristas de veterodoxia, o cualquier persona con dos dedos de frente, sabemos que lo que se ha hecho con Juan Carlos Asensio no tiene nombre, y creo que quienes han perpetrado la fechoría también lo saben. Parte esencial de lo bueno que yo pueda transmitir hoy a mis alumnos, se lo debo a lo aprendido con el Profesor Asensio. Aparte de su talla, siempre está disponible para lo que se le pida: facilitar material, desfacer entuertos notacionales, dar su punto de vista, apoyar en todo a colegas, alumnos, amigos, conocidos o desconocidos… a cualquiera que se lo pida, y de forma totalmente desinteresada. Por otro lado, fuera de sus campos de estudios naturales, que son muchos, está al día en mil otros temas musicológicos a altísimo nivel.
Sus ediciones (Huelgas, Madrid,…) son excepcionales, y se encuentran en cualquier biblioteca musicológica del planeta. Sus artículos, conferencias, conciertos, … y un inmenso etcétera, constantes, magníficos y al día (¿pueden decir lo mismo sus examinadores o asesores del tribunal?). Sus conciertos, sus discos,…propios del enorme músico que es.
Su manual sobre Canto Gregoriano -edición española en Alianza Música- es utilizado como referencia básica de consulta en universidades de todo el mundo, a pesar de tratarse de una obra aún joven. Más allá de los estudios de carácter local, ¿cuántos manuales de repercusión mundial real había parido hasta el momento la musicología española? Este tipo de obras son un motivo más para que personas de todo el mundo (en este caso, sobre todo de ámbitos académicos musicales) buceen en nuestra lengua, como llevamos haciendo por estos lares toda la vida con bibliografía en inglés, francés, italiano, alemán,… Para mí, sin complejos de patrioterismo lo digo, es un orgullo que esto ocurra. Poco ha de faltar para que se traduzca a todas las lenguas del espectro musicológico (en francés ya circula); mientras, conozco aulas universitarias europeas y americanas que han convertido este libro en referencia para el estudio del Gregoriano, y de momento van desgranando la edición castellana (Utrecht, Bolonia, Columbia,…). He visto un grupo de estudiantes ingleses trabajar sobre sus páginas en la Senate House -la biblioteca central de la Universidad de Londres- mientras analizaban manuscritos británicos de monodía medieval en formato digital. Por eso -y por mucho más- resulta particularmente curioso y doloroso que se desprecie como profesor de Gregoriano al que más sabe del tema, y más sangrante aún porque también es el que más sabe de Notación musical medieval y renacentista (esperamos con ilusión e impaciencia su libro sobre el asunto).
Es cierto que nadie es profeta en su tierra, pero esto es excesivo. La enseñanza musical superior se ha convertido en materia competitiva; hoy muchos estudiantes están dispuestos a buscar una beca para cambiar de ciudad o de país, con el fin de estudiar con tal maestro o en tal departamento. Esa elección se basa, entre otras cosas, en el prestigio de cada centro y, en definitiva, en la calidad de sus profesores. Pues bien, el RCSMM se ha permitido el lujo de desaprovechar, de desperdiciar al mejor. Antaño los “tuertos” podían valer, pero gente como Juan Carlos Asensio han demostrado que, ‘Deo gratias’, ya no vivimos “en el país de los ciegos”. Por lo que se ve, en el Conservatorio Superior de Madrid, sí.
Comentario por Fernando Rubio — 20 diciembre, 2010 @ 9:31
Me gustaría responder a la pregunta formulada en el comentario anterior [nº 62]. Lo triste del asunto es que seguramente la aceptaría de buena gana, escándalo incluido; es más, estará con el resto de personas que han perpetrado este atropello felicitándose por lo sucedido y en el supuesto de que alguien les haya comentado lo que aquí se está diciendo, dirán al respecto que no son más que calumnias fruto de la envidia. No creo que Asensio tenga motivos para envidiar a nadie; más bien, toda esta situación no es más que fruto de las envidias que su excelencia profesional y humana despiertan.
No sé como estarán las cosas en Inglaterra, que ha explotado siempre su condición insular para marcar diferencias con el continente, pero puedo asegurar con conocimiento de causa, que habas cuecen en todas partes, incluso en la Europa transpirenaica que tanto nos gusta idealizar desde la península. Muchas veces me pregunto cómo han conseguido su plaza profesores de una Schola de cuyo nombre no quiero acordarme. Ánimo Juan Carlos y adelante.
Non potest civitas abscondi supra montem posita
Juan Díaz de Corcuera
Comentario por Juan Díaz de Corcuera — 20 diciembre, 2010 @ 10:35
Provengo de universidades (música) y por pura casualidad he llegado a este blog. Quiero añadir a todo lo escrito, que pasa exactamente lo mismo en universidades. La endogamia, mediocridad y envidia són los deportes que practican muchos de los miembros de los tribunales de este nuestro pais y se quedan tan anchos, creyendose como los mejores y brillantes profesores. Deberíamos impugnar cada oposición que no sea transparente, pero en este pais una impugnación implica la sentencia de muerte al impugnador, pues todos nos conocemos mas o menos.
Comentario por Edelmira — 20 diciembre, 2010 @ 17:20
Queridos amigos, colegas, artistas, músicos y otras personas bienpensantes y bienintencionadas (y por tanto, tan aterradas como yo misma):
¿Hay algo que podamos hacer, de facto, en favor de Juan Carlos Asensio en esta cuestión? ¿Se puede apoyar en firmas, escritos, protestas formales o comunicación a los medios una reivindicación formal de que se revise todo este proceso, se detecten las irregularidades y, en el caso de quedar demostradas, se pidan responsabilidades? He intentado crear una página de facebook aparte de incluir el propio enlace a veterodoxia: no sé si es el nuevo sistema o algún tipo de censura, pero no he sido capaz. ¿Cómo podemos dejar que este asunto no quede en una depresión colectiva ante una nueva batalla perdida por la excelencia frente a la mediocridad?
Saludos
Elisa Rapado
Comentario por Elisa — 21 diciembre, 2010 @ 0:40
La Universidad de Salamanca, conocida en la Edad Media como una de las cuatro luminarias de la Cristiandad, tenía como norma que las convocatorias para cubrir las cátedras vacantes se anunciaran con un plazo de 30 días, lo que en la práctica permitía concurrir a candidatos de ciudades relativamente lejanas y hacía posible atraer a los mejores.
A principios del s. XVII, el claustro de la universidad cambió la norma, reduciendo el anuncio de vacantes a 3 días, aunque algunas veces se extendería algo más. La única explicación para este cambio era la necesidad de garantizar la ausencia de competencia al candidato de la casa. El resto ya lo conocen. En pocos años, la otrora gloriosa luminaria sufrió una rápida decadencia. No solo desaparecieron los ilustres nombres que llenaron sus claustros en el siglo anterior, sino que el número de alumnos cayó dramáticamente (tanto en el sentido inglés como en el castellano del término). De centro de saber pasó a convertirse en centro de poder: una factoría para el aparato de la Iglesia y la Administración sin atisbos de pensamiento crítico o, mejor dicho, sin atisbos de pensamiento.
Recordemos un ejemplo:
Como narra García Fraile (De Musica et Aliis, I, 593-603), en 1669 se convocó la oposición a la cátedra de música por jubilación del ilustre Juan Berjón (a quien todos conocemos hoy por su amplia producción musical e intelectual; véase la voz en el DMEH), publicando edictos en diversos lugares de la ciudad pero sin enviarlos a otras universidades (no fuera a enterarse algún candidato ilustre). De los tres firmantes, Juan de Torres Rocha, maestro de capilla de la catedral, no llegó a presentarse porque se alineó a favor de otro candidato local, el ilustrísimo y afamado racionero tenor de la catedral Antonio de Castro (alguien debió explicarle que en la anterior oposición el maestro de capilla Barea, foráneo, había perdido frente al candidato local Berjón), pero nadie pudo impedir que se presentara un joven Gaspar Sanz. Los miembros del tribunal fueron el Catedrático de Astrología y el jubilado de música (¿A qué me recuerda esto?), si bien el voto correspondió al claustro en pleno. Tras un controvertido proceso en el que no se permitió a Sanz demostrar su erudición humanística y dar clase magistral sobre Boecio (¡en 1699 era todavía el libro de texto!), Antonio de Castro obtuvo la plaza con 46 votos frente a los 6 del guitarrista aragonés. Torres Rocha, que supo retirarse a tiempo, fue premiado con la cátedra cinco años más tarde, a la muerte de Castro, mientras que Sanz tuvo que buscarse la vida en otros lares, contribuyendo de la manera que todos conocemos a la música y el conocimiento de su época. De Castro nada más se supo, probablemente porque no hizo nada digno de ser recordado, pero disfrutó confortablemente de sus dos plazas (ración y cátedra) hasta su muerte.
Hay que reconocer el sentido de la responsabilidad del claustro salmantino. Al fin y al cabo, Gaspar Sanz era un señor muy competente y bien formado que tenía posibilidades de encontrar trabajo y gloria en muchos otros sitios, mientras que ¿quién iba a dar una plaza al pobre Antonio de Castro, si no eran sus propios compañeros clérigos? No hay nada más conmovedor que la solidaridad de casta.
Volviendo nuestros ojos a Madrid, es reconfortante comprobar que las viejas costumbres, los viejos valores nunca se pierden y que algunas instituciones educativas españolas conservan la vieja tradición de premiar la fidelidad frente a la excelencia. ¡La huella de Salamanca sigue indeleble en nuestras mentes, como la de Oxford en la mente de los ingleses! Es cierto que de esta manera se rebaja la calidad de la enseñanza y se puede dinamitar el prestigio de una institución, pero afortunadamente ya nadie se fija en eso (excepto los alumnos potenciales, claro, pero ¿a quién le importa?).
Solo que parecen olvidar que la endogamia es un veneno mortal que NO actúa lentamente.
Álvaro Torrente
Comentario por Álvaro Torrente — 21 diciembre, 2010 @ 9:39
El grupo de facebook existe desde esta mañana. Lo podéis encontrar en la dirección http://www.facebook.com/pages/Queremos-a-Juan-Carlos-Asensio-en-el-Superior-de-Madrid/179128532105330
Comentario por Elisa — 21 diciembre, 2010 @ 9:58
He tenido la inmensa suerte de trabajar junto a Juan Carlos Asensio y su magnífica Capilla Schola Antiqua. Grabó con nosotros dos de sus discos (Gregoriano), y la verdad es que solo son elegidos los que poseen una pulcritud igual en la ejecución musical; la que consigue Juan Carlos. Necesitamos de alguien como Juan Carlos, que lleva la interpretación a tan alto nivel, para conseguir que el Gregoriano, la Tradición Musical, el Folklore, la Musicología, etc. sean disciplinas SERIAS con el lugar que merecen en los Conservatorios.
Lo siento por el de Madrid, la valía de Juan Carlos lleva siendo demostrada hace décadas, no creo que una “pruebecilla” sea definitoria por encima de toda una trayectoria profesional. Mala suerte para los alumnos… al final irán a Barelona… con Juan Carlos, claro está.
Comentario por Paco Moya — 21 diciembre, 2010 @ 14:36
Tuve el honor de ser alumno de Juan Carlos Asensio en Barcelona. De hecho, estuve presente en el reducido grupo de alumnos que formó parte de las pruebas de selección cuando él se presentó a la plaza de Notación, muchos años hace ya, en la por entonces recién nacida Escola Superior de Música de Catalunya (ESMuC). Sólo diré que en ese momento fue cuando conocí en persona a Asensio y que, desde el deslumbramiento que representó para mi ese día (y para el resto de compañeros y tribunal: obviamente la plaza fue para él de forma unánime y aplastante), jamás perdí la oportunidad de matricularme en sus asignaturas, incluso repitiéndolas, hasta el final de mi carrera (canto llano, notación, historia…). Ya no son sólo sus enciclopédicos conocimientos sobre el tema, sus aptitudes musicales ampliamente probadas y activas ni su inmensa destreza pedagógica, sino su capacidad de transmitir, de crear atención e interés, del trato y vínculo personal, quasi familiar diría, con sus alumnos… Todo esto añadido a su propia gran calidad humana, bondad, amabilidad, respeto, complicidad, comprensión, humildad… Podría explicar alguna anécdota, pero por lo personal me la guardaré, aunque estoy convencido de que cada una de las personas que ha tenido trato con él debe tener las suyas propias.
Entiendo que alguna de estas razones que expongo no se valoran en una supuesta oposición, es más, ni siquiera conozco a Prensa personalmente, y por la excesiva personalización de este escrito pido disculpas. Pero como alguien ya dijo, dudo que Juan Carlos tuviese tan mal día como para no obtener una plaza para la que es el candidato ideal, nato diría, sobre el papel y, conociéndolo, ante ‘la triste pizarra’. Espero que en Barcelona (que en todas partes cuecen habas) podamos disfrutar del lujo de tenerlo cerca durante mucho tiempo.
Comentario por Daniel — 21 diciembre, 2010 @ 16:54
Álvaro [67], me ha encantado tu comentario. Esto nos viene de lejos (bastante), pero es triste (o irónicamente divertido) comprobar con datos semejantes hasta qué punto. La indignación es tremenda.
Nacho Rodríguez
Comentario por Nacho — 21 diciembre, 2010 @ 19:08
Siento una indignación terrible por lo que han hecho con Juan Carlos Asensio. Es el mejor gregorianista de España y todos sabemos que le llaman de todas partes (congresos internacionales, etc). Su grupo, Schola Antiqua es maravilloso. Jamás he escuchado un coro gregoriano así de bueno: cantan como una sola voz!!!!!! Y como profesor me consta que es magnífico al igual que como musicólogo: no hay más que leer sus libros, sus comentarios a programas, los libritos de sus cd’s, etc. Hace pocos años dio una charla sobre Musicología en mi conservatorio y todos los asistentes, me incluyo, nos queríamos ir a estudiar con él a Salamanca. Yo no suelo perderme sus conciertos. Cierto es que deberíamos estar acostumbrados a estas cacicadas, pero yo no me resigno. Hace poco han hecho lo mismo con la mejor directora de coro de España, Nuria Fernández Herranz…. Es muy fuerte. Parece que se tiene miedo a los buenos profesionales (que también los hay en Atocha, pero en medio de una enorme mediocridad).
Comentario por Alicia — 22 diciembre, 2010 @ 13:42
De lo ocurrido, deberían exigirse RESPONSABILIDADES POLÍTICAS, del director del conservatorio hacia arriba.
Porque lo explica muy bien Cristina (comentario 4). Subrayo sus palabras:
“los poderes fácticos aprovechan precisamente la falta de autonomía de los Conservatorios para mantener esa parcelita de poder tan bien situada. El Conservatorio no es un ente autónomo, sino un reino de Taifas en que se mantiene el equilibrio de poderes a base de que todos cierran los ojos ante los desmanes de los otros … y como no hay una reglamentación que lo impida, sigue todo como sigue … Más vale tomarse en serio la autonomía de los centros con representación democrática de todos los involucrados. Desgraciadamente, son precisamente los niveles altos del organigrama los que harían cualquier cosa para que las cosas se queden como están.”
Comentario por paco — 23 diciembre, 2010 @ 20:11
¡Ánimo Juan Carlos!. Opinar de oído por terceros siempre es arriesgado, pero las firmas que avalan lo expuesto son de probado conocimiento para mi. Puedes estar orgulloso de tener tan buenos amigos dentro de la profesión. Algo poco frecuente y que te has ganado a pulso con tu buen hacer de años.
Sobre la licitud del asunto en lo relativo a tu cualificación profesional, ya puedes suponer mi opinión ante lo aquí visto. No obstante en toda pugna laboral, aunque existiera otro especialista que pudiera competir a tu lado, “tendría que remar muy duro y en serio para poder desbancarte de la carrera”. Siento la contrariedad y me solidarizo contigo.
Un saludo extensivo también para Lina.
Comentario por Héctor-Luis — 25 diciembre, 2010 @ 1:18
Ante todo un fuerte abrazo para Juan Carlos, en quien la bondad, la generosidad y la maestría musical van siempre de la mano, lo cual no suele ser habitual.
Por lo demás, si el suyo fuera un caso anecdótico, una excepción, por dramática que sea, pues se podría asimilar, eso sí, con unas dosis no precisamente homeopáticas de estoicismo. Lo que ya es trágico es que el mundo de la música en esta ciudad que es la capital de un cierto país, se estén cometiendo constantes desafueros tanto en el ámbito de la enseñanza musical como en el de la organización musical. Ya no está de moda decir que somos un país africano, pero habremos de admitir que en la música las prácticas y las costumbres son cada vez más tribales, y triviales.
Del Conservatorio Superior, qué decir, sino que lo tiene todo del castillo de Barba Azul, excpeto… excepto la buena música y los buenos músicos.
¡Queremos a Juan Carlos allí y ya mismo!
Fernando Abad.
Comentario por Fernando Abad — 30 diciembre, 2010 @ 23:46
Soy un amante del Canto Gregoriano y llevo siete años involucrado en su estudio. Me siento afortunado por haber tenido profesores magníficos como Nino Albarosa, Giacomo Baroffio, Juan Carlos Asensio, Giovanni Conti, Alexander Marcus Schweitzer, y muchos otros.
Deseo hacer constar en este foro que Juan Carlos Asensio, en mi opinión, ocupa un lugar entre los mejores.
Gracias, Juan Carlos. Con tu calidad humana, con tu preparación y tu comunicación clara y directa has hecho fácil lo difícil, has ido abriendo ventanas y has logrado entusiasmarme. Reitero lo que tantas veces te he dicho: “Vale la pena coger el avión desde Palma y volar a cualquier lugar de España, solamente para asistir a una de tus clases”.
Recibe mi solidaridad y mi afecto.
Miguel Monserrat.
Comentario por Miguel Monserrat — 1 enero, 2011 @ 20:42
Como decía la Santa castellana: “La verdad padece pero no perece”. Estoy seguro que la verdadera responsable de lo ocurrido es: LA ENVIDIA. Y, que la dignidad y magisterio de Juan Carlos se ha consolidado aún más.
Comentario por Alfredo — 3 febrero, 2011 @ 23:33
Es una pena que a los mejores, siempre pretendan dejarles a la sombra…parece que les tienen miedo, y por eso pretenden relegarlos…
Conozco a Juan Carlos desde años, y he tenido el grandísimo placer de estudiar con él,puedo imaginarme de donde viene todo esto, es indignante… Creo que la clave de todo esto está en la GRANDÍSIMA ENVIDIA que sienten hacia él
ME sumo a las palabras de Miguel:
“Gracias, Juan Carlos. Con tu calidad humana, con tu preparación y tu comunicación clara y directa has hecho fácil lo difícil, has ido abriendo ventanas y has logrado entusiasmarme. Reitero lo que tantas veces te he dicho: “Vale la pena coger el avión desde Palma y volar a cualquier lugar de España, solamente para asistir a una de tus clases”.
Yo no volaba desde Palma, pero sí tenía que hacer unos cuantos km. para ir a Salamanca a estudiar con él cada semana. Luego la maternidad me hizo parar. Hoy seguiría yendo hasta el fin del mundo a estudiar con él porque merece la pena, porque es el mejor y porque tantos y tantos mensajes de apoyo para él no pueden salir de la nada.
Quien tenga dudas, que lea toda la gente que le apoya y en qué argumentan ese apoyo
¡Ánimo Juan Carlos! Estamos contigo, y el tiempo, al final, pone a cada cual en su lugar, no lo dudes.
Un grandísimo abrazo MAESTRO
Noelia F.
Comentario por Noelia — 19 febrero, 2011 @ 19:02
Nada nuevo bajo el sol. El que estas cosas ocurran es habitual en los rancios entornos pseudomusicológicos, y lo digo como director de Conservatorio de Música que soy. Algunos no nos acostumbraremos nunca a estos manejos, aunque tenemos la certeza de que Asensio está por encima de todo ello.
Gracias, maestro, amigo y artista. Sabes que todo el mundo sabe lo que hay. Incluso ellos, los responsables de semejante despropósito. Allá ellos.
Comentario por Óscar — 22 febrero, 2011 @ 17:54